Cubanas/os se anuncian en la prensa barcelonesa para encontrar pareja
catalana
Carmen Luque / Barcelona.
La Vanguardia Digital - - 09:41 horas
- 01/01/2001
Mulata de 37 años, soltera. Muy simpática y con ganas de
compartir su vida con un hombre de 39 a 46 años que vea la vida con ilusión."
Otro: "Negra de 20 años quiere conocer a un chico que desee formar
un hogar". Estos son algunos de los anuncios que se pueden leer últimamente
en la prensa de Barcelona. Y es que cada vez son más las cubanas y los
cubanos que buscan pareja catalana a través de anuncios por palabras.
En estas secciones de clasificados se pueden encontrar personas de todo
tipo. Hombres y mujeres. Solteros y divorciados. Jóvenes y maduritos. Con
o sin hijos. Todos ponen sus datos personales y sus aficiones y esperan con
paciencia que al otro lado del Atlántico alguien se fije en sus breves
mensajes. El boca a boca y las amistades catalanas son los dos medios que han
potenciado que desde cualquier rincón de Cuba lleguen hasta aquí
este tipo de anuncios.
La cubana Olga es la pionera de esta nueva modalidad de Cupido-postal. Un día,
una amiga de La Habana le dio las direcciones de varios periódicos y
revistas mexicanas y catalanas. "Seguro que haces un montón de
amigos por carta", le animó la chica. Y Olga escribió: "Mulata
de 36 años. Administrativa. Desea conocer personas con fundamento para
cartearse".
En Rubí, Jordi, un empleado de banca, de 44 años, leyó
el anuncio y le contestó. Era febrero de 1995. "De vez en cuando
miraba la sección de los anuncios de relaciones y ese día me dio
la vena y le escribí. No sé cómo lo hice porque yo soy muy
poco lanzado", confiesa Jordi.
El caso es que las cartas cada vez fueron más frecuentes y
personales. Luego llegaron las llamadas telefónicas y finalmente Jordi
viajó a Cuba. "En cuanto conocí a Olga y a su familia, me di
cuenta de que la cosa iba en serio. Los cubanos son maravillosos y te saben
enamorar muy bien." Todo fue bastante rápido. Seis meses después
de conocerse, se casaron. De eso ya hace cuatro años y la pareja ahora
tiene un bebé, Adrià, de tres meses.
Advertencias
No sabes dónde te metes. Te va a dejar en cuanto la traigas a
Barcelona. Ve con mucho cuidado, que seguro que se quiere aprovechar de ti..."
Sólo son algunas de las advertencias que tuvo que oír Jordi cuando
anunció a sus amigos y conocidos que se casaba con una cubana. El "te
va a dejar" se lo repitieron hasta la saciedad. Palabras vacías.
"Ni todas las cubanas somos iguales ni todas queremos lo mismo",
sentencia Olga. "Todos conocemos casos de cubanas que han utilizado a españoles,
que los enamoran para salir de la isla y, cuando están aquí, los
dejan. Pero también se dan muchos casos de españoles que les
prometen un palacio y, cuando las cubanas llegan aquí, se encuentran que
sólo les han contado mentiras y engaños. Algunos españoles
son una cosa en Cuba pero acá son otra muy diferente -se queja ella-,
pero esos casos nadie los explica."
Olga está tan encantada con su experiencia personal que a todas las
amigas que se lo han pedido les ha puesto un anuncio. Ella es la responsable de
cerca de un centenar de mensajes publicados y, gracias a ella, varias de sus
compañeras cubanas como Maiji, Raisa, Yamila, Iris y Tania se han casado
con catalanes. Historias con final feliz como la de Olga circulan a gran
velocidad por la isla caribeña y por eso en estos momentos hay decenas de
cubanos que esperan que alguien conteste a sus anuncios.
Desde la isla de la juventud
A Yoslaydis fue una amiga cubana que vive en Barcelona la que la animó
a poner un anuncio. Mulata de 22 años y licenciada en Económicas,
en seguida recibió muchas cartas. El primero que le contestó fue
Benjamín, un barcelonés de 24 años y conductor de
autobuses. Benjamín, igual que Jordi, asegura que nunca antes contestó
a ningún otro anuncio. "Miraba la sección por entretenimiento
pero, cuando vi el anuncio de mi mujer, bueno, de la que ahora es mi mujer, me
pareció que tenía un nombre muy bonito y también me gustó
mucho el lugar donde vivía, Isla de la Juventud." A partir de aquel
día, cada semana llegaba a ese pequeño paraíso una postal
de Cataluña.
A Benjamín también le pareció que tener una edad muy
parecida y que la chica viviera alejada del "ambiente enrarecido" que
hay en los enclaves más turísticos de Cuba eran garantía de
que la cosa podía salir bien.
"Aquí y en Cuba -comenta él- te encuentras a cubanas
jovencísimas con hombres que podrían ser sus padres. Ellas se
aprovechan del estatus de ellos y ellos disfrutan de la juventud de ellas. Nadie
engaña a nadie, los dos saben a lo que van."
Benjamín es un apasionado de la historia y de la cultura cubana.
Desde que se casó en 1998, sus compañeros del trabajo le llaman,
por supuesto, "el cubano".
[Domingo, 31 de diciembre de 2000]
© Copyright La Vanguardia Digital 2000. All Rights Reserved |