Diario Las Américas.
Editorial, abril 20, 2001.
Aun cuando hubo diez abstenciones, un ausente y veinte votos a favor de la
tiranía totalitaria de Castro cuando se discutió en la tarde del
miércoles 18 de abril el caso de Cuba en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU, hay que considerar que es una trascendental victoria que
veintidós países civilizados, con gobiernos democráticos,
hayan condenado a ese régimen despótico que durante cuarenta y dos
años azota al pueblo de Cuba. Es decir, por mayoría de votos se
produjo la condena, como en años anteriores, de la violación
sistemática de los derechos humanos bajo el régimen liberticida de
Fidel Castro.
Es conveniente recordarles a los que votaron a favor de la tiranía y
a los que se abstuvieron con respecto a ella que el régimen cubano no
permite la entrada de un relator u observador de la ONU que oficialmente ha sido
designado por esta entidad mundial hace varios años para ver las
violaciones de los derechos humanos en la isla de Cuba. Y eso ocurre como un
desafío de Castro a la Organización de las Naciones Unidas y como
una prueba de que si llega el observador comprobaría las violaciones a
esos derechos en ese atormentado país.
Hay que tomar en cuenta que esa Comisión de Derechos Humanos de la
ONU, integrada por 53 gobiernos representados en la ONU, no es un fiel reflejo
de los valores de la libertad, de la democracia y de los derechos humanos. Increíblemente,
indignamente, hay gobiernos que no deberían haber sido elegidos para
integrar esa comisión por ser, precisamente, lo contrario de lo que se
pretende defender. Por ser violadores de los derechos humanos. El ejemplo m s
categórico es la presencia de Cuba, de China y de Vietnam en esa comisión,
para sólo citar tres. Y es una comisión encargada de velar,
precisamente, por los derechos que esos gobiernos ultrajan. La Asamblea Genera
de la ONU es responsable de esa integración en una falta de respeto para
la opinión pública mundial en lo que respecta a la defensa de la
libertad y de la dignidad humanas.
En la sección informativa de DIARIO LAS AMERICAS se da la lista de
los gobiernos que votaron contra la tiranía de Castro, los que votaron a
favor de ella, los que se abstuvieron --una manera cobarde de no asumir
responsabilidades-- y el nombre de un país que no estuvo presente en la
votación y que fue la República Democrática del Congo. Sin
embargo, es conveniente repetir esos nombres. Votaron a favor del pueblo cubano
y en contra de su tiranía: Argentina, Bélgica, Cameroon, Canadá,
Costa Rica, la República Checa, Francia, Alemania, Guatemala, Italia, Japón,
Letonia, Madagascar, Noruega, Polonia, Portugal, República de Corea del
Sur, Rumanía, España, Reino Unido de la Gran Bretaña,
Uruguay y Estados Unidos de América.
A favor de la tiranía votaron: Algeria, Burundi, China, Cuba, India,
Indonesia, Liberia, Libia, Malasia, Nigeria, Paquistán, Qatar, Rusia,
Arabia Saudita, Africa del Sur, Swazilandia, Siria, Venezuela, Vietnam y Zambia.
Se abstuvieron: Brasil, Colombia, Ecuador, Kenya, Mauricio, México,
Nigeria, Perú, Senegal y Tailandia.
Las abstenciones son vergonzosas, no deben tener cabida frente a un caso
concreto para escoger entre la libertad y la esclavitud. El voto de Venezuela a
favor de Castro era conocido porque Hugo Chávez ha declarado que el régimen
suyo y el de Fidel Castro son dos ríos iguales que van al mismo mar. Y
acaba de decir, frente al jefe del estado chino que el sistema comunista chino
es el modelo para el mundo. |