CUBANET... INTERNACIONAL

Abril 13, 2001



Noticias de Cuba

El Nuevo Herald

Publicado el 13 de abril de 2001 en el El Nuevo Herald

Fox se abstendrá en Ginebra, pero promete oír a los disidentes

Ningún presidente mexicano ha hablado con los disidentes y es probable que el gobierno cubano resista esa pretensión

Andres Oppenheimer The Miami Herald. Mexico

En el reto de política exterior más difícil que haya tenido que afrontar desde su llegada al poder hace cuatro meses, el presidente Vicente Fox ha decidido mantener la vieja posición de abstenerse en la cuestión de si Cuba viola o no los derechos humanos. Pero ha dicho que piensa aumentar sus contactos con los disidentes cubanos.

El ministro de Relaciones Exteriores Jorge Castañeda declaró en una entrevista con el Herald que, independientemente de la votación de la semana que viene en Ginebra, Fox piensa reunirse con los disidentes cubanos si llega a visitar la isla.

México ha sido visto desde hace tiempo como el más estrecho aliado de Cuba en el hemisferio occidental y, por consiguiente, cualquier medida que le brinde un mayor reconocimiento a los opositores internos del gobierno cubano, representaría un cambio significativo de política y probablemente llevaría a un enfriamiento de las relaciones oficiales entre México y Cuba.

Ningún presidente mexicano ha hablado nunca con los disidentes cuando ha visitado a Cuba, y es probable que el gobierno cubano resista enérgicamente esa pretensión.

Castañeda es un antiguo académico y escritor izquierdista que en los últimos años se ha ido volviendo más crítico de las violaciones de los derechos humanos en Cuba. Ultimamente ha estado en el centro de una candente controversia pública sobre la votación de México en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra. Hasta hace dos años, México se oponía sistemáticamente a cualquier crítica de las violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno cubano.

Castañeda fue citado ayer por el diario Reforma declarando que México se abstendrá de condenar a Cuba en Naciones Unidas la semana que viene, porque la resolución apoyada por Estados Unidos es "selectiva'' y padece de "dobles estándares''.

El canciller indicó que otros países donde se violan los derechos humanos no están siendo sometidos a condenas diplomáticas similares.

Sin embargo, Castañeda añadió que "es un hecho que la información que tenemos sobre la situación de los derechos humanos en Cuba preocupa a instituciones cuyas voces consideramos importantes, como Amnesty International, Human Rights Watch, y otros grupos cubanos dentro y fuera de Cuba''.

Con la excepción de las votaciones de 1990 y 1999, que apoyaron abiertamente al gobierno cubano, México se ha abstenido en la votación sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Hasta el último año de la presidencia de Ernesto Zedillo, el país se opuso enérgicamente a cualquier crítica contra el gobierno de Castro.

Es probable que la abstención de México sea tomada con resignación por Estados Unidos y por Cuba. El secretario de Estado Colin Powell llamó recientemente a Castañeda exhortándolo a votar en apoyo de la resolución de condena, según aseguran diplomáticos mexicanos. Sin embargo, no está claro si las relaciones entre México y Cuba vayan a recuperar su anterior calor.

Desde su toma de posesión, Fox ha dicho que buscará aumentar las relaciones comerciales y culturales con Cuba. Sin embargo, también ha asegurado que piensa adoptar un papel más activo en defensa de los derechos humanos en todo el mundo.

En un discurso del 20 de marzo ante la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Castañeda anunció que México no podía seguir adhiriéndose ciegamente al principio de la no intervención en los asuntos internos de otros países --que fuera la base misma de la política exterior de México--, y usarlo como excusa para no criticar las violaciones de los derechos humanos en el exterior.

"No se puede citar la soberanía para justificar las violaciones de los derechos'', declaró el canciller en esa oportunidad.

Afirman que Bosch envió explosivos a Cuba

Rui Ferreira. El Nuevo Herald

El militante anticastrista Orlando Bosch pudiera haber enviado un cargamento de explosivos a la isla en una fecha no determinada, pero anterior a la ola de explosiones que azotó las instalaciones turísticas cubanas en el verano y otoño de 1997.

Según un mensaje enviado por la inteligencia cubana a agentes suyos en Miami, y leído ayer en el juicio que se sigue contra cinco hombres acusados de espiar para la isla, Bosch hubiera comentado a una agente castrista que envío los explosivos pero, una vez que llegaron, no tuvo más noticias de su existencia.

El mensaje, que forma parte de 250 páginas de documentación adicionales reveladas por el defensor público Joaquín Méndez, no dice si los explosivos realmente existieron y fueron incautados, pero alerta a los agentes cubanos a que le sigan la pista a la información.

El documento no aclara dónde fue obtenida la información, pero sostiene que fue conseguida en abril de 1997.

Sin embargo, Bosch al parecer tuvo contactos con "una agente femenina'' del departamento M-XIX de la contrainteligencia a cargo de vigilar las actividades del exilio. La agente, cuyo nombre de código era "Sol'', participó en encuentros con el activista anticastrista y, según el documento, con otro exiliado llamado Rubén Darío López Castro.

La oportunidad de uno de esos encuentros, según otro documento, dio origen a una operación llamada "Arcoiris'', cuyo propósito era filmar en vídeo el encuentro de los dos exiliados con la agente cubana.

La documentación revelada no aclara si la filmación se llevó a cabo, pero insiste en que la agente no debe ser puesta al corriente de ella porque "carece del entrenamiento necesario, pudiera mirar a la cámara y estropearlo todo''.

Para la inteligencia cubana, Bosch recibió el nombre de código de "Rayo'', y se encontraba bajo vigilancia permanente de los agentes de la isla. Esa vigilancia era tan cerrada que, a juzgar por la documentación, La Habana recibió un informe de otro agente de que en una oportunidad el activista anticastrista había viajado a España. Sin embargo, no le dio crédito, precisamente porque no la había confirmado con otras fuentes.

Ayer no fue posible localizar a Bosch, de 74 años, para que comentara. La defensa ha pedido a la jueza que sea llamado a declarar en el juicio contra los cinco sospechosos de espiar para la isla, pero la magistrada no ha decidido aún.

El activista anticastrista es uno de los hombres más buscados por el gobierno de la isla, que lo acusa de participar, entre otras acciones, en la voladura de un DC-8 de Cubana de Aviación en 1976. Por el hecho, permaneció detenido 11 años en una cárcel venezolana.

Desde 1988 vive en el Condado de Miami-Dade, después de una larga batalla legal con el gobierno estadounidense que incluyó, entre otras condiciones, el uso por un tiempo de un collar de localización.

En una entrevista a The Miami Herald en 1997, mientras la ola de atentados bombistas persistía en La Habana, Bosch, pediatra de profesión, negó que estuviera vinculado a las explosiones, aunque añadió que "si lo estuviera no lo diría, porque eso es ilegal organizarlo desde este país''.

China reafirma su respaldo a Castro

Agence France Presse. La Habana

El presidente chino Jiang Zemin expresó ayer a su llegada a La Habana que su gobierno "apoya al pueblo cubano en su justa lucha'' por "rechazar las intervenciones y amenazas externas'', en aparente referencia a Estados Unidos.

En una declaración escrita, distribuida a su llegada, Jiang expresó su "alta estima al heroico pueblo cubano'' y dijo que "hacemos sinceros votos porque ustedes obtengan incesantemente nuevos éxitos por el camino socialista''.

Cuba afronta un largo diferendo político con Estados Unidos desde hace cuatro décadas.

La visita del presidente chino a Cuba tiene lugar 24 horas luego del desenlace de la crisis que enfrentó durante 11 días a Washington y Pekín por un avión espía norteamericano que debió aterrizar de urgencia en territorio chino, tras chocar con un caza del país asiático, que cayó finalmente al mar y su piloto se encuentra desaparecido.

Jiang, quien está por segunda vez en la isla en siete años, señaló que "el gobierno chino atribuye gran importancia a sus relaciones con Cuba''.

"Estamos dispuestos a trabajar junto con Cuba por el ulterior desarrollo de nuestras relaciones de amistad y cooperación'', afirmó el mandatario, quien fue recibido en el aeropuerto por Castro.

Durante su estancia de tres días, Jiang buscará estrechar los lazos políticos, militares y económicos que unen a estos dos países comunistas.

Castro recibió a Jiang al pie de la escalerilla del avión Boeing 747 de Air China que lo trasladó desde Brasil a la quinta escala de su gira por América Latina, la cual también incluyó a Chile, Argentina, Uruguay y concluirá el próximo martes en Venezuela.

Tras el recibimiento oficial de la amplia delegación china en la Plaza de la Bandera, frente al Palacio de la Revolución de La Habana, el presidente asiático fue hacia el Hotel Nacional, donde se alojará, a diferencia de otros visitantes, que ocupan las casas de protocolo del Consejo de Estado cubano.

Jiang y Castro tenían programado cenar juntos ayer por la noche en el Palacio de la Revolución. El gobernante cubano y el líder chino mantendrán conversaciones oficiales hoy y suscribirán varios acuerdos bilaterales cuya temática no fue anunciada.

En la tarde de hoy, el presidente chino sostendrá un encuentro con la comunidad china residente en Cuba, en un salón del Hotel Nacional. Se estima que la actual comunidad china en Cuba es de 2,000 personas, de ellas 300 nacidas en China.

También visitará la exposición de productos electrónicos que la empresa china Panda se propone fabricar en colaboración con Cuba.

Mañana, Jiang se trasladará al balneario de Varadero, 150 kilómetros al este de La Habana, donde permanecerá hasta el domingo, cuando abandonará la isla desde el aeropuerto de esa localidad.

La reunión de ayer entre el gobernante cubano Fidel Castro y el presidente chino, Jiang Zemin, en La Habana demuestra que los dos países tienen una agenda común para suprimir la libertad de culto y otros derechos, denunció el grupo Human Rights Watch, según informó Reuters.

El grupo internacional de defensa de los derechos humanos ha citado con frecuencia a los gobiernos comunistas de Zemin y Castro por presuntos abusos y deplora que ambas naciones puedan votar como miembros de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que agrupa a 53 naciones.

"Los líderes de ambos países tienen algo en común que trasciende los intereses comerciales y económicos'', declaró Human Rights Watch en un comunicado.

"Sus políticas de derechos humanos y prácticas de gobierno están en quiebra, a la vista del resto del mundo''.

Los disidentes se entrevistan con tres congresistas de EU

Los visitantes no lograron que Castro compre productos de Estados Unidos

Agence France Presse. La Habana

Tres congresistas estadounidenses que visitan Cuba se reunieron ayer en La Habana con disidentes cubanos "en un ambiente cordial'', indicó una nota de prensa de los opositores.

Los legisladores George Nethercutt (republicano por Washington), Jo Anne Emerson (republicana por Missouri) y William Delahunt (demócrata por Massachusetts) conversaron por dos horas con los opositores Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Félix Bonne, integrantes del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, así como con el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez.

En el encuentro estuvieron también funcionarios de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana.

Los legisladores han sido patrocinadores de proyectos para flexibilizar el embargo norteamericano a la isla. La comitiva está integrada además por un representante de los productores de arroz.

Los congresistas, además, se reunieron con el gobernante cubano Fidel Castro, en un intento aparentemente fallido de convencerlo para que compre alimentos y medicinas estadounidenses.

Castro, quien ha prometido no comprar "ni un grano de arroz'' a Estados Unidos bajo la ley que permite --por primera vez en décadas-- vender alimentos y medicinas de ese país a Cuba, no pareció cambiar su posición, a pesar de la petición.

"Castro no dio señales de que compraría algo, pero le pedimos que mantuviera una mente abierta'', afirmó una fuente de la delegación estadounidense, que estuvo reunida con el gobernante de la isla caribeña hasta las primeras horas ayer. "Los congresistas le dijeron que era un comienzo histórico, un paso en la dirección adecuada'', dijo la fuente.

Uno de los legisladores que viajó al país, George Nethercutt, fue el promotor de una legislación aprobada por el Congreso estadounidense para permitir la venta de alimentos y medicinas a la isla.

La medida es una modificación del embargo económico que Estados Unidos mantiene desde hace cuatro décadas sobre La Habana.

Cuba afirma que esta medida en vez de suavizar el embargo lo endurece, ya que no permite utilizar recursos del financiamiento privado para ventas futuras y también convierte en ley para los estadounidenses la prohibición de viajar a Cuba.

Copyright 2001 El Nuevo Herald

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