Publicado en
El Nuevo Herald
25 de septiembre
Una familia enlutada rechaza las acusaciones
The Miami Herald. Los Palacios, Cuba
En la pequeña alcoba que compartían el piloto Angel Lenin
Iglesias y su esposa Mercedes Martínez Paredes, se apretujaban familiares
y amistades de Judel Puig Martínez, que murió a los 23 años
de edad tratando de huir de Cuba la semana pasada.
Su madre, Aleida Martínez Paredes, dice que su hijo era leal y
reservado, y que le encantaban los Backstreet Boys, Michael Jackson "y todo
lo que fuera norteamericano".
El hijo de Judel, Tommy William, de 18 meses, estaba sentado en el piso de
cemento halando la bata azul que tenía puesta su abuela.
"El no sabe nada", dijo Aleida Martínez Paredes, mientras
fuma un cigarrillo Vegueros'.
Puig era una de las 10 personas que huyeron de Cuba el martes en un avión
soviético de fumigación pilotado por Iglesias, y el único
que murió cuando el avión cayó al mar al acabársele
la gasolina. Estados Unidos admitió la entrada de Iglesias, su esposa y
los demás pasajeros, entre ellos Pabel, un medio hermano de Puig.
Los refugiados son de Los Palacios, un pueblo rural y pobre, lleno de
desvencijadas casas de un piso, donde se ven perros sarnosos escurriéndose
por caminos polvorientos. Los habitantes de las casas, generalmente pintadas de
colores pasteles y muchas de ellas sin puertas, con frecuencia duermen tres en
una cama.
Aleida Martínez y otros miembros de la familia están
indignados con los informes del gobierno cubano que representan a los hermanos
Puig como delincuentes y a Iglesias como irresponsables e imprudentes.
"No sé exactamente por qué se fueron, pero mi cuñado
(Iglesias) nunca ha sido irresponsable. Tiene que haber creído que iban a
llegar", dijo Aleida Martínez Paredes, hermana de Mercedes. Es
el mejor padre que he conocido. Lo hizo porque pensó que era para el bien
de ellos".
La familia lloró inconsolable cuando un visitante les dio copias de
periódicos de E.U. con fotos de los sobrevivientes en Miami, y también
de Puig.
Mayelín González Valle besó la foto de Puig y le dijo a
su niño: "Mira, es papi". Al niño se le iluminaron los
ojos.
Rosa paredes, la abuela de Puig, rompió a llorar.
"El era mi alma y mi vida", dijo.
Aleida Martínez paredes dice que le indigna ver que el gobierno
cubano esté publicándo propaganda negativa sobre su familia.
"Yo he sido feliz aquí. Si quisiera haberme ido, lo habría
hecho en 1980. Pero duele ver cómo los difaman", dijo ella, y añadió
que su hijo trabajó en una lechería y en una panadería,
pero que estaba desempleado porque ya no había trabajo para él en
esos lugares.
Y Pabel Puig trabajaba en un taller de refrigeradores del estado. Según
Aleida, él no era agente independiente, como reportó Granma.
Agregó que espera poder volar a Miami el lunes o el martes con visa
humanitaria para asistir a los funerales de su hijo, y comentó: "El
le tenía mucho miedo al mar".
Rosa Paredes, la abuela de Judel Puig, entró a la penumbra de la húmeda
habitación, donde la cama todavía está tendida desde la mañana
en que se fue.
"Fue una víctima del destino", dijo Rosa Paredes.
Con todo y el golpe que recibió la familia al enterarse de este
acontecimiento, dicen que agradecen toda la ayuda que han recibido sus
familiares. Ver los reportajes publicados sobre sus familiares ha sido dulce y
amargo a la vez.
"No se fueron por que les faltara afecto ni amistad aquí",
concluyó Aleida.
Muere un piloto en pleno vuelo
EFE. BOGOTA
Un piloto de la aerolínea "Cubana de Aviación" murió
de un infarto en la noche del sábado cuando se encontraba en pleno vuelo
y su avión volaba entre Bogotá y La Habana, informaron ayer las
autoridades.
Tras el suceso, el copiloto del aparato decidió aterrizar en la
ciudad de Barranquilla, al norte de Colombia, según las fuentes.
La víctima, identificada como Angel Manuel González, sufrió
el ataque cardíaco cuando el aparato, con 155 personas a bordo, volaba
cerca de Barranquilla.
El copiloto, Carlos García, decidió aterrizar en el aeropuerto
"Ernesto Cortizos" de la ciudad colombiana para tratar de salvar la
vida de su colega.
García declaró ayer a periodistas que el vuelo se cumplía
"sin problemas" y que había comentado con González que
al llegar a La Habana "íbamos a cenar", pero al poco tiempo el
piloto "perdió el conocimiento".
El copiloto agregó que "tratamos de ayudarlo, le dimos oxígeno,
lo acomodamos y decidimos aterrizar en Barranqui lla para darle asistencia médica
lo antes posible, pues no sabíamos a ciencia cierta qué era lo que
le sucedía".
González, sin embargo, llegó muerto y ayer el cónsul de
Cuba en Barranquilla, Reynaldo Varelo, gestionaba ante Medicina Legal el
traslado del cadáver a La Habana.
El copiloto continuó hoy el vuelo a la capital cubana con los
pasajeros de esta ruta.
24 de septiembre
La prensa independiente es una amenaza para el gobierno cubano
Vivian Sequera / Ap. La Habana
Pequeñas columnas con amarillentos recortes de diarios y revistas se
amontonan por el piso del cuarto donde duerme Tania Quintero, quien en una
esquina de su habitación atesora una pequeña máquina negra
de fax.
"La línea funciona", dice Quintero mostrando el cuarto
donde duerme y a la vez guarda sus archivos. "Funciona hasta que ellos [en
el gobierno] quieran, claro", agrega esta mujer de 58 años, cabello
encanecido y quien fue introducida al periodismo trabajando como secretaria en
1974 en una revista de las fuerzas armadas cubanas.
El fax junto con el teléfono son valiosos instrumentos entre el medio
centenar de los llamados "periodistas independientes cubanos",
aquellos que no siguen la línea de la prensa oficial.
Los independientes van desde periodistas con títulos universitarios
hasta amas de casa, como se define la propia Quintero.
Llevan una tirante y complicada coexistencia con el Estado, que a veces les
permite "trabajar" dentro de claras limitaciones. Son restricciones
que funcionan para toda la sociedad cubana: las críticas al gobierno, al
Partido Comunista de Cuba, pero sobre todo a la figura del gobernante Fidel
Castro. El trabajo de los periodistas independientes cubanos saltó
nuevamente a las primeras planas luego de que el gobierno expulsara en agosto a
tres reporteros suecos, acusándolos de hacer trabajo periodístico
sin una visa para ello.
"Cuba es un homenaje permanente a André Bretón", el
poeta francés creador del surrealismo, bromea Raúl Rivero.
La "represión [al expulsar a los suecos] es para evitar nuestros
contactos con el exterior (...) Es también un esfuerzo por demostrar que
hay un monitoreo cercano de nosotros", explica Rivero, un veterano
periodista, director y fundador en 1995 de Cuba Press, que con 16 reporteros es
una de la veintena de las agencias de noticias independientes en Cuba.
"Estamos mandando notas diarias", asegura Rivero, quien fue
corresponsal de la agencia del gobierno Prensa Latina en Moscú entre 1972
y 1974.
"Eso no era periodismo (...) y me fui apartando poco a poco",
cuenta Rivero. A fines de los ochenta renunció a su último cargo
en una institución oficial.
Pero en el plano estrictamente periodístico ambos bandos parecen
diferenciarse sólo en el contenido. En la forma, tienen paradójicas
semejanzas.
La mayoría de las notas carecen de fuentes, según explica
Quintero, porque las personas temen posibles represalias. Los artículos,
en algunos casos con una fuerte carga de opinión, tampoco cuentan con
antecedentes, emulando así en ocasiones a su contraparte oficial.
Quintero explica que el acceso a las fuentes del gobierno está
vedado, tanto como la publicación en los medios oficiales. El único
modo para publicar las notas es enviar los artículos por fax a diarios
internacionales, principalmente de Miami.
Por medio de los periódicos fuera de Cuba u organismos como la
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), las notas también pueden llegar
a la internet.
Con los periodistas independientes "nadie se va a meter (...) mientras
ellos no violen ninguna ley", asegura Lázaro Barredo, columnista del
oficial diario Trabajadores.
Quiere decir que "juega con la cadena, pero no con el mono", gráfica
Rivero.
Cruzar esa frontera es el camino a la cárcel. Bernardo Arévalo
Padrón, fundador de una pequeña agencia informativa en la
provincia de Cienfuegos, cumple una condena de seis años desde 1997 por "desacato"
a las figuras del gobernante Fidel Castro y del vicepresidente, Carlos Lage.
El desajuste cubano o la ley de ajuste
El reciente caso del avión AN-2, desviado por su piloto hacia Estados
Unidos con el saldo de un muerto y varios heridos, vuelve a poner sobre el
tapete una candente pregunta: ¿por qué escapan los cubanos de la
isla?
"Por las mismas razones que los haitianos, dominicanos, mexicanos y
centroamericanos", repiten a coro los aduladores del castrismo, y los que
buscan en el problema económico una respuesta fácil a un asunto
mucho más complejo.
La dictadura cubana tiene una respuesta todavía más simple: La
Ley de Ajuste Cubano de Estados Unidos, es la causante de que los cubanos se
jueguen la vida -en el mar o en el aire-, para escapar de la isla.
Desde la perspectiva castrista, la ley, que ofrece residencia permanente a
los cubanos que arriben a este país, provoca ese éxodo constante
de cubanos que se echan al mar en cualquier cosa que flote. Por residir en
Estados Unidos, a los que escapan de Cuba parece no importarles perder la vida
en el intento o regresar de nuevo a la isla, escoltados de vuelta por los
guardacostas norteamericanos.
La "explicación" castrista se inscribe en la costumbre de
Fidel Castro de culpar a los demás por los problemas propios. Los
fracasos del castrismo siempre se han explicado a partir de problemas externos,
de injerencias extrañas; nunca se han atribuido a sus propias
deficiencias.
Esta incapacidad del castrismo para reconocer y admitir sus propios fracasos
sirve de trasfondo al drama de los balseros que escapan de la isla.
En lugar de atribuir las causas de esta fuga perenne a leyes extranjeras,
los ideólogos del castrismo y sus propagandistas debieran preguntarse ¿por
qué los cubanos escapan de un régimen que les brinda tantas
ventajas, como ellos pregonan?
A diferencia de lo que sucede en el resto de nuestra región, los
cubanos disfrutan de un sistema de salud gratuito, la educación es también
gratuita y obligatoria hasta el noveno grado, la seguridad social está
garantizada y la vanguardia de la clase obrera -el Partido Comunista- es la que
mantiene en el país la dictadura del proletariado.
Cuba tiene el índice de mortalidad infantil más bajo del
hemisferio, los niños cubanos reciben 13 vacunas al año, el país
cuenta con 64,000 médicos y 250,000 maestros y profesores universitarios.
"No existe un analfabeto y es rarísimo que alguien tenga menos
de sexto grado", declaró Castro recientemente y añadió:
"Somos hoy, con orgullo, el país del mundo con mayor índice
per cápita de educadores, médicos y profesores de educación
física y deporte, y la más baja tasa de mortalidad infantil y
materna entre todos los del Tercer Mundo".
En Cuba, según Castro, los vecinos, reunidos en asambleas abiertas,
proponen, postulan y eligen a los delegados de las 14,686 circunscripciones, que
son la base del sistema electoral. En esas elecciones participan más del
95 por ciento de los electores. Además, el régimen asegura que
mantiene el historial más limpio de la región en materia de
derechos humanos.
Durante la última década, aún en medio de la crisis
económica generada por la desaparición de los socios soviéticos,
el peso cubano se revalorizó siete veces, de 150 por $1 a 20 por $1, según
ha dicho Castro. La economía cubana se recupera y de acuerdo con el
vicepresidente Carlos Lage este año crecerá casi en un cinco por
ciento.
Obviamente, estas condiciones tan prometedoras no son las enfrentan en sus
respectivos países los haitianos, dominicanos, centroamericanos y
mexicanos que emigran a Estados Unidos.
Entonces, ¿por qué escapan los cubanos de la isla? ¿Por qué
prefieren jugarse la vida por vivir en un país extraño, con un
idioma ajeno y dejando atrás tantas ventajas sociales y políticas?
23 de septiembre
Cuba los abandonó en el aire
Peter Katel
Perdido sobre el mar, el piloto de la avioneta en que viajaban 10 desertores
de Cuba trató una vez más de pedir ayuda a los controladores aéreos
de la isla.
"Habían cortado la comunicación", dijo Pavel Puig
repitiendo lo que entonces le dijo su hermano Judel, que estaba parado detrás
de Angel Lenin Iglesias Hernández, el piloto del Antonov AN-2.
Buscando desesperadamente información sobre qué rumbo tomar
para llegar a tierra, el piloto dijo a los controladores aéreos cubanos
que entre los pasajeros viajaban tres niños y tres mujeres. "La
respuesta fue que ellos no podían dar esa información",
cuenta Pavel Puig, y de inmediato el piloto perdió contacto con tierra.
Puig, un mecánico de refrigeración de 28 años que vivía
en Los Palacios, Pinar del Río, hizo declaraciones públicas sobre
el viaje por primera vez en la cocina de la casa de su padre, en Hialeah. Contó
la historia en voz baja, todavía emocionado por la muerte de su hermano
Judel, un operador de máquinas de molino de arroz que fue uno de los
coordinadores del escape.
Judel, que apenas nadaba, murió ahogado, mientras Pavel estaba dirigiéndose
hacia una lancha que salió del buque. Cuando alcanzaron a Judel, su
cuerpo flotaba bocabajo.
Durante el viaje, Rodolfo Fuentes ocupaba el asiento de copiloto, al lado de
Iglesias. De pie, al otro lado de la puerta de la cabina, estaba Judel con su
hermano sentado atrás. "El piloto le dice a mi hermano: Dile a
Pavel que les diga a las mujeres que todo está bien, para que no se vayan
a asustar".
Pero, cuenta ahora Puig, las caras de los tres hombres eran pálidas.
De todas formas, las mujeres -sentadas en el piso con los niños- pasaron
todo el viaje rezando. Por su parte, los menores de seis, siete y 13 años
estaban totalmente despreocupados.
El viaje se convirtió en una pesadilla desde los primeros minutos,
cuando el piloto pidió ayuda por primera vez a los controladores aéreos
cubanos. Estos, según Puig, se negaron a darles las coordenadas para
llegar a Cayo Hueso.
La Administración Federal de Aviación dijo que no tenía
documentación de las supuestas conversaciones entre el piloto y los
controladores de La Habana. Portavoces del Departamento de Defensa dijeron que,
hasta el momento, no saben si alguna agencia militar registró tales
conversaciones.
En todo caso, el piloto viajaba sin rumbo fijo. Después de
aproximadamente una hora y media, Judel transmitió a su hermano un pedido
del piloto de que mirara bien por la ventanilla para ver si veía algún
barco. Puig dijo que fue él mismo quien advirtió la presencia del
Chios Dream, el buque mercante de bandera panameña que finalmente les
rescató.
Con el combustible casi agotado, el piloto dio varias vueltas sobre el buque
y tiró un pullover por la ventanilla, como signo de emergencia a bordo.
Luego pidió a todos que metieran la cabeza entre las rodillas.
Una vez la avioneta en el agua, Judel abrió la puerta. Pavel estaba
tan aturdido que no la podía encontrar. Luego los hermanos sacaron al
piloto, que había perdido la conciencia.
La mayor parte de los desertores esperaron el rescate aferrados a una camita
de niño que salió de la avioneta.
Niega el piloto del AN-2 que su acción fuese un secuestro
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El piloto cubano Angel Lenin Iglesias, protagonista de la fuga de un avión
AN-2 que cayó al mar con 10 personas a bordo, afirmó ayer que su
acción no fue un secuestro y aseveró que estaría dispuesto
a repetirla para darle a sus hijos una mejor opción de futuro.
"Lo haría otra vez, tres veces, diez veces más por la
felicidad de mi familia, por el futuro que mis hijos no tienen en Cuba",
manifestó Iglesias, de 35 años durante una breve conversación
con El Nuevo Herald.
Interrogado sobre las causas que lo llevaron a tomar la decisión de
escapar de la isla, Iglesias explicó que se trató de una acumulación
de decepciones con el régimen cubano. "La desilusión es un
proceso. Vas acumulando frustraciones hasta que un día la copa se llena y
haces una decisión drástica", relató el piloto, que
trabajaba en una empresa agrícola de Pinar del Río por 400 pesos
al mes ($18).
Pero señaló que la partida "fue una decisión de
todos".
Miembro de una familia de trayectoria revolucionaria, insiste en que los
lazos con su tío Joel Iglesias, un protagonista de la guerrilla de Fidel
Castro, eran inexistentes, y confesó que piensa cambiarse su segundo
nombre, de indiscutible referencia comunista: Lenin. "Es algo que deseo
profundamente hacer", acotó.
Aunque se negó a ofrecer detalles sobre la preparación y
vicisitudes de la fuga del pasado martes, Iglesias confirmó que había
pedido ayuda a los controladores aéreos de La Habana en un momento en que
el avión había perdido el rumbo, pero las autoridades cubanas no
se la dieron.
Todavía con señales de contusiones en el rostro y afectado por
la odisea vivida en la travesía, el piloto declaró que debe la
vida a Judel Puig, de 23 años, el único pasajero fallecido.
"Gracias a Judel es que hoy puedo estar aquí", comentó
Iglesias, que ayer compareció por primera vez ante la prensa con su
esposa Mercedes Martínez Paredes, de 34 años, y sus hijos, Dany,
de 7, y Erick, de 13.
Acompañados de un grupo de familiares de Miami, los sobrevivientes
pidieron un minuto de silencio en recordación de Puig, que pereció
poco después del amarizaje del avión mientras ayudaba a sus compañeros
de viaje.
Martínez, que celebraba ayer su cumpleaños, relató que
todos los pasajeros sobrevivieron al impacto de la aeronave en el agua y que su
sobrino, Puig, estaba ayudando a su esposo.
"Cuando el barco [Chios Dream, de bandera penameña] fue a
recogernos nos dimos cuenta que estaba muerto", agregó Martínez
con la voz entrecortada.
Aleida Martínez Paredes, madre de Puig, autorizó ayer que su
hijo sea sepultado en Miami, donde reside su padre.
"Si su deseo era estar en Estados Unidos que lo entierren allí",
dijo la mujer en medio de un desfile de vecinos que llegaron hasta su casa en la
localidad pinareña de Los Palacios, para expresar sus condolencias. Puig
deja allí un hijo de un año llamado Tommy William.
Cuba exige la entrega del piloto del AN-2
No hay avances. No veo nada positivo', dijo Alarcón sobre
el diálogo migratorio con EU
RUI FERREIRA / El Nuevo Herald. NUEVA YORK
Bajo acusaciones de "piratería aérea", Cuba exigió
a Estados Unidos la devolución del piloto de la avioneta AN-2 que cayó
al mar el martes en el Estrecho de Yucatán, tras haber emprendido la fuga
desde Pinar del Río.
"Las autoridades de EU actuaron como piratas al ir a buscar en alta mar
al secuestrador del avión [el piloto Angel Lenin Iglesias] y llevarlo a
esa cueva de piratas que es Miami", dijo ayer en un breve encuentro con la
prensa Ricardo Alarcón, el jefe de la delegación cubana a las
conversaciones.
El regreso de Iglesias a la isla pudiera tener graves consecuencias para él,
alertó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santa Cruz.
"¡Lo pueden fusilar! A la luz de la nueva legislación
aprobada hace unos dos años, y teniendo en cuenta que hubo un fallecido
en el accidente, Iglesias puede ser condenado a muerte por un tribunal cubano",
dijo Sánchez Santa Cruz en conversación telefónica con El
Nuevo Herald.
El jueves, el jefe de la delegación de EU a las conversaciones,
William Brownfield, dijo haber explicado a Alarcón que Washington procesó
la entrada de Iglesias a EU de acuerdo con las leyes de este país.
El negociador añadió que el cubano apenas comentó de
pasada el incidente del avión, "sin gran entusiasmo", y que no
demandó entonces la devolución del piloto.
Pero ayer Alarcón insistió en que el asunto fue abordado en
las conversaciones, durante las cuales, dijo, él subrayó que
Iglesias jamás debería ser admitido en Estados Unidos porque, como
murió una persona en el incidente, las leyes estadounidenses impiden dar
asilo en tales casos.
"Es un ejemplo más de como EU no cumple los acuerdos
migratorios. Si lo admiten, felicidades, pero están estimu lando a otros
a hacer algo similar", añadió Alarcón.
El funcionario cubano comentó que el encuentro del jueves, el primero
desde que las negociaciones se interrumpieron en diciembre pasado, aportó
escasos resultados.
"No hay avances. No veo nada positivo; por el contrario, ocurrió
algo negativo", explicó el funcionario, refiriéndose al
incidente con el avión.
Más de 3 millones de abortos en 30 años
CLAUDIA MARQUEZ / Cubanet. LA HABANA
Cuba es una de las naciones del mundo con más altos índices de
abortos.
Las causas son varias aunque al abordar el tema, las autoridades alegan que
la situación es similar a la de los países más
desarrollados. El aborto, sin embargo, nunca ha sido motivo de un amplio debate
en la sociedad y la discusión siempre se reduce a si ése es o no
un derecho de la mujer que debe respetarse.
El actual desplome del nivel de vida y la falta de perspectivas reales de
solución, es sin dudas la causa del elevado índice de abortos en
el país.
Las estadísticas oficiales lo demuestran. Por ejemplo, entre 1968 y
1992 se realizaron 2.9 millones de interrupciones de embarazo, y de 1993 a 1997
se llevaron a cabo 424,214 abortos. De esto resulta que, en las últimas
tres décadas, se han practicado más de tres millones de
interrupciones de embarazo.
En los últimos años, las autoridades de salud han reconocido
que hay un significativo aumento del número de embarazadas menores de 20
años, con todo lo que eso implica de peligro para esas jóvenes y
los trastornos familiares que esto trae consigo.
22 de septiembre
Descontento por trabas migratorias en Cuba
Washington y La Habana reanudan los contactos sobre migración
Rui Ferreira / El Nuevo Herald. Nueva York
Estados Unidos le planteó a Cuba su extremo descontento con las
restricciones migratorias que el gobierno de la isla ha impuesto a los cubanos
que quieren emigrar legalmente, al reanudar aquí ayer las periódicas
conversaciones sobre temas migratorios interrumpidas en diciembre del año
pasado.
"Le dijimos muy claramente que estamos preocupados con las barreras que
el gobierno cubano ha creado para impedir que sus ciudadanos puedan emigrar. En
estos momentos hay más restricciones para salir de Cuba que 12 meses atrás",
declaró el jefe de la delegación estadounidense, William
Brownfield, asistente del subsecretario de Estado interino para Asuntos del
Hemisferio Occidental.
El funcionario habló en un breve contacto con un grupo de reporteros
al final de la ronda de conversaciones que, aunque previstas inicialmente para
durar dos días, tardaron apenas poco más de seis horas.
Según Brownfield, las barreras levantadas por el gobierno cubano a la
emigración legal de la isla se vinculan con la prohibición de
salida para médicos y técnicos especializados, familiares de
desertores y los altos impuestos que los potenciales emigrantes deben pagar para
poder abandonar el país.
"No dejan salir a sus médicos; colaboraron recientemente con
nosotros en regresar un niño a su padre, pero no dejan que familias
cubanas se reúnan en Estados Unidos y, para decirlo muy francamente, no
dejan emigrar a los pobres", afirmó Brownfield, describiendo los
principales obstáculos que su gobierno ha logrado identificar y refiriéndose
a los casi $600 que cada cubano debe pagar para emigrar.
También "les enfatizamos que cuando se levantan restricciones
para que las personas no salgan, estas buscan otras alternativas".
Por eso, dijo, "estamos contentos de que los 20,000 cubanos que logran
venir a Estados Unidos todos los años son personas que no se arriesgan en
el mar".
El funcionario anunció haber pedido la reanudación del
Programa Espacial de Emigración Cubana, más conocido por la "lotería
de visas", y propuso la realización de un censo de potenciales
participantes en el 2001. Al inicio del encuentro, realizado discretamente en el
Centro de Prensa Internacional de Nueva York, el jefe de la delegación
cubana, Ricardo Alarcón, planteó el problema creado por el
incidente del avión que cayó al mar el martes en el Estrecho de la
Florida. "El planteó el asunto, pero sin gran entusiasmo. Nosotros
les explicamos que todo fue procesado según nuestra ley y procedimientos.
Sin querer caracterizar los argumentos del señor Alarcón, puedo
afirmar enfáticamente que él no pidió la devolución
del piloto", respondió Brownfield a El Nuevo Herald.
El funcionario aseveró que no hubo grandes progresos en las
conversaciones, cuya nueva ronda fue marcada para diciembre de este año,
pero admitió a El Nuevo Herald que Estados Unidos se sorprendió de
que Cuba compareció al encuentro.
"Después de la caída del avión pensé que no
iban a venir. El miércoles por la noche, cuando me di cuenta de que venían,
pensé que probablemente no duraríamos más de una hora. Pero
no, estuvimos conversando y, eso es algo, ¿no?", añadió
Brownfield.
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