Vitier muestra su diversidad musical en el disco «Cuba dentro de un
piano»
Silvia Grijalba. El Mundo.
España, miércoles, 22 de noviembre de 2000.
MADRID.- La fusión y la capacidad para unir estilos diversos (a
veces, a priori, encontrados) es uno de los grandes logros de José María
Vitier, un músico que ha tenido un reconocimiento masivo gracias a sus
composiciones para el cine (especialmente para la banda sonora de Fresa y
Chocolate) pero cuya obra sinfónica tiene mucho más peso.
Cuba dentro de un piano, el disco que presenta ahora en España, es un
ejemplo perfecto de los distintos palos que ha tocado el autor de Misa cubana
(que ahora se reedita en España). «La música cubana»,
comenta, «siempre se ha caracterizado por la fusión de estilos; la
promiscuidad es su esencia. Ignacio Cervantes, el padre del nacionalismo musical
cubano, tenía influencias de Chopin y de las guarachas. Y la música
tradicional es una mezcla de la cultura africana, española y francesa.
Por eso la fusión en nosotros no es impostada, es un destino».
Efectivamente, en el nuevo disco de este pianista, compositor y director de
orquesta, hay revisiones de clásicos de la Vieja Trova, temas cercanos al
jazz latino y otros de corte más sinfónico, perfectos para conocer
el trabajo del autor de la banda sonora de El siglo de las luces.
Un artista cubano, que vive en la isla, y que reconoce que puede haber
ciertas diferencias entre los músicos que crean dentro de la isla y los
del exilio.
«El espíritu de Cuba», explica, «está en el
trabajo que puede hacer cualquier músico cubano y sí es cierto que
al principio del boom de la salsa sí que se notaban diferencias entre los
discos que hacían los cubanos de Florida y los que que se hacían
en Cuba, pero ahora no se ven tantas diferencias; por ejemplo, el disco de
Albita parece que está hecho en Cuba. En cualquier caso, el sentimiento
cubano siempre está presente en los artistas que han nacido en la isla y
es cierto que los que viven fuera tienen más dificultades emocionales
para crear que los que estamos en ella. De todas formas, la música cubana
no es patrimonio de nadie. Yo apoyo, por ejemplo, a los músicos que no
son de la isla y que adoptan nuestro estilo. Todo el que hace música
cubana realiza un servicio a la música de nuestro país».
Respecto a la música para películas, Vitier reconoce que tiene
mucho que agradecer a Tomás Gutiérrez Alea y a su trabajo como
compositor de bandas sonoras. «Mis trabajos para el cine», declara, «me
han hecho trabajar con distintos géneros y eso es beneficioso. En el caso
de Fresa y chocolate, estoy orgulloso de haber participado en una película
que ha provocado un cambio en la sociedad cubana». |