Los médicos cubanos que analizan al reclusorio dicen que en su
país la bacteria proliferó en la cárcel. El MSP aún
no define si se debe o no visitar a los reos.
Redacción Guayaquil. El Comercio. 20 de noviembre de
2000
Las cuatro muertes que causó la bacteria meningococo en la cárcel
de varones de Guayaquil, dejó abierta la posibilidad de que la enfermedad
se expanda al resto de la población. Así lo ratificaron los dos médicos
cubanos que llegaron ayer a la Penitenciaría del Guayas para administrar
el primer lote (600) de las 3 500 vacunas.
El científico Franklin Sotolongo y la epidemióloga Victoria
Casanueva fueron testigos de cómo a inicios de los 70's, en Cuba, la
bacteria proliferó desde las cárceles de la isla. Esto hizo que
los científicos se concentraran en crear la vacuna para la epidemia, que
se administró desde 1979, aunque en 1983 fue el año en que la
epidemia registró su mayor fuerza.
Esas vacunas se aplicaron ayer a los empleados. A 40 mil dólares
asciende la inversión de la Dirección de Rehabilitación por
la adquisición de 3 500 dosis.
A más de una primera vacuna, una segunda debe aplicarse después
de ocho semanas. Ayer se inició también la vacunación de
los reclusos del pabellón Cuatro Alto, donde se encontraron los primeros
casos de la enfermedad. Se prevé la importación de 5 000 vacunas más
con un convenio entre el Ministerio y la Organización Panamericana de la
Salud.
La vacuna, que actualmente se administra a toda la población en Cuba
(entre 1988 y 1999 allá bajó la morbilidad en un 98 por ciento y
la mortalidad en un 93 por ciento por el combate a la meningitis).
En el mundo se han aplicado 40 millones de dosis (Brasil, Argentina, Chile,
EE.UU.), y hasta el momento la vacuna no ha mostrado efectos colaterales.
Según los cubanos, la meningococo que causa meningitis es
respiratoria, pero no está en la atmósfera. Su caldo de cultivo es
el hacinamiento y su transmisión depende de la cercanía entre dos
personas.
Las filas de visita a los presos fueron más largas que de costumbre
ayer. No se permitió el ingreso de mujeres embarazadas puesto que no
pueden ingerir la pastilla que previene del contagio de la bacteria.
No obstante, aún no hay una postura oficial para permitir o no el
ingreso a la cárcel. Freddy Trujillo, del Ministerio de Salud, dice que
no deben continuar las visitas. El médico del lugar no cree que esto
represente mayor peligro. Según la Consejería de Sanidad Comunidad
de Madrid el "meningococo se contagia de persona a persona,
fundamentalmente por las gotitas de saliva o por secreciones emitidas con las
tos, el estornudo, o al besarse. Es necesario un contacto estrecho para que se
produzca el contagio. El meningococo no vive fuera del cuerpo humano". |