Juan Carlos Rodríguez - Madrid .-
La Razón. España. Miércoles
15 de noviembre de 2000
El ministro de Cultura castrista asegura que «el nuevo escenario
cultural no excluye a los disidentes»
El ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, ha viajado a España
para presentar su novela «El vuelo del gato» (Ediciones B). Ayer,
compareció ante la prensa para hablar de su libro y no rehuyó la
actualidad política cubana. «La cultura cubana se ha recuperado de
la crisis», proclamó en un discurso lleno de contradicciones. El
ministro cubano quiso dejar claro que el nuevo escenario cultural no excluye a
los disidentes, aunque justificó la censura a la novelista Zoé
Valdés, crítica con el régimen castrista y exiliada en París,
porque «hace un pésimo subproducto literario, no por cuestiones políticas».
La «cultura cubana se ha recuperado de la crisis y atraviesa uno de sus
mejores momentos», según el ministro de Cultura de Cuba, Abel
Prieto. Tanto ha cambiado Cuba, asegura Prieto, que «el nuevo escenario
cultural no excluye a los disidentes». Así lo aseguró ayer en
la Casa de América.
Aunque rápidamente se contradijo. Primero con Zoé Valdés,
cuyos libros están prohibidos en Cuba por sus críticas
anticastristas y nunca se han publicado sus novelas. «Las razones para no
publicar a Zoé son más literarias que políticas, hace un
subproducto cultural que es perversión de la literatura. Alguna vez tuvo
talento, pero ya no», dijo Prieto de una novelista que fue finalista del
Planeta en 1996 y con grandes ventas en España.
La segunda, con Heberto Padilla, el gran poeta fallecido en el exilio el
pasado septiembre. «Hubiera sido muy importante que Padilla regresara a
Cuba. Lo iba a hacer, pero su enfermedad y la muerte se lo impidió. El
conocido como "proceso Padilla" fue un retroceso en términos de
política cultural», explicó, para a continuación añadir
que «eso no quita que en determinados momentos Padilla se comportara como
un bufón».
Hubo un tercer nombre, Guillermo Cabrera Infante. De él dijo
simplemente que no se edita en Cuba porque «no ha dado su consentimiento»,
pese a que «nos hemos puesto en contacto con él». Pese a todo,
dijo que en las «bibliotecas se le puede leer». Un cuarto nombre fue
el poeta Gastón Baquero, partidario del régimen de Batista y al
que Prieto calificó de «ignominioso», también imposible
de leer en la Cuba de hoy. «Vamos a publicar una antología suya,
creemos que ya estamos preparados para leerlo», anunció.
Escritor de relatos y profesor de Literatura, Abel Prieto fue director
de la editorial Letras Cubanas -la pública, única en la Isla- y
presidente de la Unión de Escritores y Artistas, antes de ser nombrado
ministro de Cultura de Cuba hace tres años. Alto, desgarbado, de
envolvente voz, Prieto promociona en Madrid «El vuelo del gato», su
primera novela, rápidamente publicada por Ediciones B. Ayer, en la Casa
de América, quiso transmitir la imagen de que «en Cuba separamos el
talento de la política» y de que «cuando hablamos de política
cultural no podemos adoptar una postura sectarea ni dogmática».
De hecho, afirmó que «en los textos de aprendizaje, en las
antologías, se incluyen los textos de los autores emigrados. La cubanía
les integra». La crisis de principios de los 90 creó «la
certidumbre de que la vida cultural iba a desaparecer», reconoció
Prieto, que recordó que en esos años la edición de libros
pasó de 55 millones de ejemplares al año a tan sólo un millón.
«Hoy los numerosos festivales de cine, las 47 escuelas de artes, la feria
del libro que hemos recuperado o la bienal plástica están
consolidadas», manifestó.
El autor de «El vuelo del gato» dijo también que su
principal reto es «dar salida a la promoción de los grandes talentos
que hay en Cuba» y pronosticó que en los próximos años
se producirá un «boom» de la cultura cubana. Prieto defendió,
sin pestañear, la televisión exclusivamen- te pública y la
ausencia de editoriales privadas como garantía de calidad y democracia. «Un
lector cubano conoce más de la literatura norteamericana que los propios
norteamericanos, que no saben quien es Chomsky».
Cine español y «antimperialista»
El ministro cubano dijo que lo único que da sentido a la unidad
hispanoamericana es la «cultura y la lengua». Abel Prieto afirmó
además que «globalización debe ser sinónimo de riqueza
y multiplicidad y no de pensamiento único». Como ejemplo, puso el
cine: «Es muy importante para el mundo que haya muchos polos culturales
fuertes y no solamente el norteamericano. Por eso es importante el auge del cine
europeo o el español». El escritor unió sus reflexiones sobre
las nuevas tecnologías con irónias sobre EE.UU. «El caso del
niño -dijo en referencia a Elián- nos ha venido muy bien porque
los cubanos han visto la mediocridad, vulgaridad y frivolidad de Miami». No
fue la única opinión despectiva sobre EE.UU. Las elecciones en el
estado de Florida son, según Prieto, el comienzo de la «descomposición
del imperio».
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