Efe. Toronto. Publicado el jueves, 9 de noviembre de 2000
en El Nuevo Herald
La Policía Montada de Canadá está investigando
el origen de las amenazas, investigación a la que podría sumarse
el FBI estadounidense.
El presidente de la compañía canadiense Cuba Cruise, Sam
Blyth, confirmó ayer que recientes amenazas de bomba han provocado la
cancelación de sus cruceros a Cuba, aunque también señaló
que continuarán viajando a la isla caribeña "por medios más
seguros''.
Blyth declaró que "desde hace meses hemos recibido amenazas de
diversas fuentes, pero la semana pasada sufrimos una amenaza de bomba específicamente
contra uno de nuestros barcos, lo que nos causó una gran preocupación''.
Cuba Cruise, un operador turístico cuyo capital es totalmente
canadiense, tenía previsto empezar el próximo 18 de noviembre un
servicio de cruceros de placer para ciudadanos estadounidenses que deseaban
viajar a Cuba.
Los barcos contratados por Cuba Cruise, el M. S. Funchal y el M. V. Arion,
propiedad de la compañía portuguesa Arcalia Shipping, partirían
de Nassau hacia Cuba --donde sus clientes visitarían La Habana, Matanzas,
Varadero y Bahía de Cochinos-- para regresar de nuevo a Bermudas cuatro días
después.
Según Blyth, aunque "durante los últimos cuatro o cinco
meses'' la compañía había recibido otras amenazas, la
decisión de suspender el servicio de cruceros se tomó porque en
esta ocasión "fue una amenaza de bomba específica contra un
barco y fue, obviamente, más seria de las recibidas en el pasado''.
"Nuestra principal responsabilidad como operador es la seguridad de
nuestros pasajeros --continuó Blyth-- y pensamos que sería
virtualmente imposible asegurar completamente el barco''.
Aunque Blyth no quiso dar más detalles sobre las amenazas lanzadas, sí
señaló que se habían recibido en sus oficinas de Toronto.
La Policía Montada de Canadá está investigando el
origen de las amenazas, investigación a la que podría sumarse el
FBI estadounidense.
Blyth declaró que la compañía --"tras 25 años
de experiencia en estos asuntos''-- cuenta con sus propios consejeros de
seguridad y tras consultar con ellos había decidido suspender los
cruceros.
Según Cuba Cruise, la decisión de cancelar su servicio ha sido
bien acogida por las casi 400 personas que habían reservado sus camarotes
para el viaje inaugural. "Nadie quiere viajar en un barco que
potencialmente va ser objeto de un ataque'', indicó Blyth. A pesar de
ello, Blyth dijo que "vamos a seguir llevando estadounidenses a Cuba y lo
haremos por medios que pensamos son más seguros'', por ejemplo, por vía
aérea.
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