F. ROBLES / The Miami Herald. Washington. Publicado el viernes, 5 de mayo de 2000 en El Nuevo Herald
Por lo menos dos docenas de diplomáticos cubanos, sus cónyuges, hijos y ayudantes han ido a visitar a Elián González desde que se mudó con su padre a una casa rural de Maryland la semana pasada, lo que ha dado lugar a acusaciones de que la aparentemente
tranquila estancia del niño la están usando agentes comunistas para ``desprogramarlo'' en secreto.
Según la información que ha obtenido el Herald, 10 funcionarios del gobierno cubano, entre ellos algunos de muy alta categoría, acompañaron a Elián y a su padre Juan Miguel a Wye River Plantation el día que se trasladó allí. Las
subsiguientes visitas de otros 10 se reportaron al Departamento de Estado, que dijo además que por lo menos dos funcionarios de la Sección de Intereses de Cuba visitan el lugar a diario.
El sábado, ocho hijos de diplomáticos cubanos visitaron a Elián, además de Fernando Ramírez, el jefe de la Sección de Intereses. El domingo, otro diplomático trajo a sus dos hijas y a otro amigo.
Greg Craig, el abogado de Juan Miguel, dijo que las alegaciones de adoctrinamiento son ``tontas''. El gobierno de Estados Unidos justifica las visitas de los diplomáticos diciendo que es perfectamente lógico que alguien que se vea en medio de batallas legales en un país
extranjero tenga contacto con los representantes de su gobierno.
Eso no aplaca a los González de Miami, indignados al no poder visitar al niño, especialmente cuando sí se da acceso a los delegados de un gobierno que ellos detestan.
``Pregunten por qué nadie ve a Elián sino funcionarios cubanos'', dice Armando Gutiérrez, portavoz de la familia. ``Por lo menos en Miami todo el mundo lo veía''.
Kendall Coffey, abogado de la familia González en Miami, envió una carta al Departamento de Justicia, acusando al Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de colaborar para reprogramar al niño.
``La complicidad del INS en la fase actual de adoctrinamiento de Elián es profundamente inquietante'', dice Coffey en la carta.
``Cuando pienso en el acceso ilimitado de esos agentes castristas al niño mientras a sus familiares y al resto del mundo, incluso la prensa, se les niega acceso, siento escalofríos'', dijo el representante Lincoln Díaz-Balart. ``Le están lavando el cerebro, es así
de simple''.
El reportero Jay Weaver contribuyó a este reportaje.
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