Javier Del Pino, Washington. El País, Sábado
25 marzo 2000 - Nº 1422
El voto del más anticastrista de los senadores de Estados Unidos, el
republicano Jesse Helms, va a permitir una mínima apertura del embargo
que este país impuso sobre Cuba hace casi cuatro décadas. El Comité
de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense ha aceptado que desde ahora
se permita la venta de alimentos y medicinas a la isla caribeña.
Sólo las empresas que no estén subvencionadas de ninguna
manera por el Departamento de Agricultura podrán exportar productos a
Cuba. De esa forma, según Helms, "quedan salvaguardados los
intereses morales y de seguridad" de Estados Unidos.
La decisión sobre Cuba se incluye en un paquete sobre ayudas
internacionales que autoriza la condonación de 600 millones de dólares
de deudas de países en vías de desarrollo, y destina otros 300
millones a la lucha contra la epidemia del sida en África.
También se retira al presidente de Estados Unidos la potestad para
incluir medicinas y alimentos en futuros embargos, y se trasladan al Congreso
las decisiones en ese sentido.
El senador Helms, a pesar de su voto favorable, no dejó pasar la
ocasión para demostrar la dureza de su postura: "Cada dólar
que gaste Cuba en productos agrícolas de Estados Unidos", dijo el
político en referencia a los nuevos permisos, "es un dólar
que no gastan en el terror y la represión".
El Gobierno de Bill Clinton autorizó hace meses la venta de alimentos
y medicinas a otros tres países considerados "enemigos" (Irán,
Libia y Sudán), pero había mantenido la prohibición sobre
Cuba porque así lo establece la ley Helms-Burton, que endureció
las sanciones contra el régimen de Fidel Castro.
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