Julio Cesar Rivas. Efe/El Mundo. Miércoles, 1 de marzo de 2000
TORONTO.- Aunque Canadá intenta permanecer al margen del nuevo conflicto entre Cuba y EEUU, la presencia indeseada del diplomático José Imperatori en la embajada cubana en Ottawa coloca en una situación cada vez más incómoda a las autoridades canadienses
hasta el punto de que desde el Ministerio de Exteriores se ha señalado que el ministro, Lloyd Axworthy, estudia la posibilidad de emprender una acción diplomática contra Cuba.
Entre tanto, todo parece indicar que Washington no tardará en pedir explicaciones a Ottawa por la ya larga estancia en la capital canadiense del ex vicecónsul de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington .
Ayer, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense, Michael O'Shaugness, aseguró que se estaba «en discusión con los cubanos», sin ofrecer más precisiones. Lo cierto es que, según funcionarios próximos al caso, entre Ottawa y La Habana
se estaba desplegando en las últimas horas una intensa actividad diplomática.
El plazo dado por Canadá al diplomático cubano para que abandonara el país, se cumplió en la noche del lunes sin que, por el momento, José Imperatori, expulsado de EEUU acusado de espionaje, haya salido de Canadá.
Según Axworthy, Imperatori «no es un diplomático acreditado en Canadá, no tiene ninguna tarea en el país y no es un emigrante, simplemente es un diplomático que fue expulsado de Estados Unidos y debería volver a casa».
Tal y como señaló el ministro, a partir de la expiración del visado, el lunes por la noche, la presencia de Imperatori en Canadá es «claramente ilegal». A pesar de ello, el diplomático no puede ser arrestado en tanto permanezca dentro de la embajada,
ya que ésta es considerada como teritorio cubano.
El portavoz de la representación de Cuba en Ottawa, Camilo García, afirmó por su parte que Imperatori, de 46 años de edad, seguía ayer en huelga de hambre. «Está aquí y no sabemos cuándo va a partir. El quiere volver a Estados Unidos
para aclarar su caso y por esa razón permanece en huelga de hambre».
La emisora Radio Rebelde de La Habana también informó ayer de que José Imperatori «está dispuesto a continuar con su actitud hasta que consiga una solución honorable a su caso».
Fuentes diplomáticas consideran que el desafío cubano al ultimátum de Axworthy, manteniendo al ex vicecónsul en el país en contra de los deseos de las autoridades canadienses, anticipa una tormenta diplomática entre Ottawa y La Habana.
Según publicaba ayer el rotativo The Washington Post, Canadá rechazó el lunes una solicitud de La Habana para que se concediera a Imperatori un nuevo visado con una validez de 30 días. |