Por Manuel Piedrahita. ABC. 27 de julio de 2000
Cuando el diario oficial del castrismo, «Granma», anunció el martes que la manifestación de ayer sería «la mayor de la historia», no se equivocaba. Anticiparse a la noticia de una manera tan expeditiva es algo habitual en el periodismo cubano. El mismo
periódico contribuyó en los días previos a que su «exclusiva» se cumpliese. Más que informar lo que hizo «Granma» fue alentar y casi empujar al pueblo cubano a manifestarse. El periodismo-propaganda tiene claros antecedentes en la vieja Europa con
resultados espectaculares a la hora de movilizar a las masas. Primero el periodismo impreso, después el radiofónico y por último el televisivo, siempre han jugado un importante papel de convocatoria en las dictaduras. La Cuba de Castro no podía ser una excepción al
cumplirse ayer el XLVII aniversario del asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Finalizaba una dictadura, la de Fulgencio Batista, y se iniciaba otra del signo contrario. Pero, como ha dicho el periodista disidente e independiente Raúl Rivero, la de Castro «es una dictadura científica
que no mata en las calles a la gente como ocurría con la dictadura de Batista, ni la hace desaparecer como en el Chile de Augusto Pinochet». Una dictadura que maneja a la perfección cualquier conato de disidencia mediante el aislamiento social o la cárcel. En esas
condiciones hacer verdadero periodismo es imposible
La manifestación de ayer, que encabezaba un eufórico Fidel calzado con zapatillas deportivas, era como un eco de las concentraciones en favor del niño Elián González. Este asunto, tan astutamente manipulado por la propaganda castrista, ha valido para
envalentonar ideológicamente al régimen. «La revolución nunca ha tenido tanta unidad, tanta fuerza y tanta experiencia como hoy», ha declarado Fidel. El dictador ha utilizado la conmemoración para azuzar al pueblo cubano en contra del «enemigo»,
EE.UU., que mantiene el embargo contra el régimen. Fidel ha olvidado pronto la entrega de Elián por la Justicia norteamericana. Y ha soslayado la suavización del embargo, aprobada por el Congreso USA. |