LA HABANA, 27 (Reuters) - Un funcionario cubano de alto rango criticó duramente el jueves el encuentro en Miami entre el niño Elián González y sus abuelas, afirmando que había sido más una ''visita a la cárcel'' que una reunión familiar.
El presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, también arremetió contra la monja católica anfitriona del encuentro en su residencia de Miami, acusándola de haber actuado como una ``guardiana'' de la prisión.
``No parecía un lugar neutral, ni una reunión familiar... era como alguien visitando a una persona en la cárcel'', dijo Alarcón a la prensa en La Habana, hablando en inglés.
Sus críticos comentarios se sumaron a la áspera batalla por la custodia del pequeño de seis años, rescatado del mar el 25 de noviembre, después del naufragio en el que murieron su madre y otros 10 ocupantes de la embarcación.
El encuentro del miércoles fue el primer contacto cara a cara de Elián con su familia en Cuba desde el rescate. Las abuelas viajaron el viernes 21 a Estados Unidos en busca de llevarse consigo al niño a Cuba, donde vive su padre.
Alarcón tuvo palabras muy duras para la monja Jeanne O'Laughlin, en cuya casa se celebró el esperado encuentro, a petición de la procuradora general Janet Reno.
O'Laughlin se manifestó el jueves en favor de que el pequeño permanezca en Estados Unidos, lo que ha despertado la ira del gobierno cubano.
``¿Quién se cree que es? ¿Es el gobierno de Estados Unidos? ¿Es ella también un secuestrador?'', dijo Alarcón, tras afirmar que la monja no permitió al niño hablar con su padre por teléfono durante el encuentro.
Y recordando a los periodistas que las monjas católicas hacen tres votos de pobreza, castidad y humildad, Alarcón afirmó en tono sarcástico: ``Pobreza, su casa no parecía muy pobre''.
``Castidad, no sé si ha respetado el voto, pero si lo ha hecho entonces no tiene ningún conocimiento de la maternidad ni ninguna experiencia de cómo querer a un niño, como quedó claro ayer'', añadió.
El padre de Elián, Juan Miguel González, señaló, tras encontrarse con Alarcón, que estaba ``indignado'' por la manera en que se había desarrollado el encuentro.
Antes, el gobernante Partido Comunista Cubano también había criticado duramente el encuentro de Elián con las abuelas, afirmando que las abuelas habían sido sometidas a ``engaños, mentiras, trampas, traiciones, humillaciones y un trato inhumano y despótico''.
Alarcón exigió también que el niño fuera devuelto, tal y como han decidido las autoridades de inmigración estadounidenses.
``Nunca es tarde para que las autoridades norteamericanas hagan lo que tienen que hacer'', dijo.
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