LA HABANA, 25 (Reuters) - Un periodista disidente cubano fue encarcelado acusado de ``acaparar'' juguetes y por otra parte, dos conocidos opositores fueron detenidos, informaron el martes fuentes de la disidencia.
Agentes de la policía sacaron de sus casas, a las 6.00 de la madrugada, a los disidentes Oswaldo Payá y Héctor Palacios, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación; y Palacios, creador del Partido Solidaridad Democrática, fueron trasladados a un lugar desconocido, informó la comisión, que supervisa la situación de los derechos humanos en Cuba.
Ambos disidentes se entrevistaron el año pasado, a pesar de la desaprobación del ejecutivo cubano, con varios dignatarios, incluyendo el presidente del gobierno español José María Aznar, durante la estancia de éstos en La Habana para la Cumbre
Iberoamericana a mediados de noviembre.
Por otra parte, el periodista Victor Arroyo, de 49 años, comenzó el lunes a cumplir una sentencia de seis meses de cárcel, tras perder un juicio de apelación.
El gobierno de La Habana, como es habitual cuando se trata de disidentes, no hizo comentarios sobre el caso de Arroyo ni sobre las otras detenciones reportadas en la madrugada del martes.
Las autoridades cubanas consideran a todos los disidentes contrarrevolucionarios ``traidores'' financiados por Estados Unidos, bien por el propio gobierno o por los exiliados cubanos de Miami.
Arroyo fue golpeado en público por policías al ser conducido esposado a un coche a la salida del tribunal en la provincia de Pinar del Rio, al oeste de La Habana, informaron agencias de prensa disidentes.
El periodista, quien escribe para la pequeña e ilegal agencia de prensa Unión de Periodistas y Escritores Cubanos Independientes, había sido juzgado el 14 de enero, después de que la policía confiscara 150 juguetes en su casa.
``Yo considero esto como una vendetta. Lo de los juguetes es un pretexto porque no les gusta mi trabajo como periodista independiente'', dijo Arroyo a Reuters el fin de semana.
Arroyo dijo que había gastado 200 dólares, enviados desde Estados Unidos por ``gente de buena voluntad'', en 300 juguetes, que empezó a distribuir entre niños necesitados de la zona.
Además, señaló que técnicamente él no era culpable de ''acaparamiento'' porque para eso hace falta probar que iba a revender los productos, cuando en realidad los estaba regalando.
El reparto de juguetes irrita sin duda a las autoridades cubanas, que hacen frecuentes alardes de que los niños de la isla, si bien no son ricos, tienen sus necesidades de salud, educación y de otros tipos mejor cubiertas que en otros países del Tercer Mundo.
Según grupos de derechos humanos, la represión política ha aumentado en Cuba durante los últimos meses, aunque no ha tenido mucha repercusión en el exterior debido a la batalla por la custodia del niño Elián González, que centra toda la
atención internacional.
``Por lo menos dos docenas de pacíficos disidentes permanecen detenidos como resultado de las oleadas de arrestos realizadas en noviembre, diciembre y enero'', dijo el comunicado de la Comisión, presidida por Elizardo Sánchez.
Los disidentes cubanos trataron de hacer oír su voz aprovechando la Cumbre Iberoamericana y varios fueron detenidos en esas fechas.
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