Edición del 19 de Enero, 2000
Tribuna permanente
Por Adolfo Fernández Saïnz, (Nueva Prensa Cubana)
LA HABANA (NPC).- La construcción de una tribuna permanente frente a la Oficina de Intereses de Los Estados Unidos, donde se había construido la tribuna temporal para los actos masivos con apoyo oficial en pro de la devolución a Cuba del niño balsero Elián González
es interpretada aquí como un intento de las autoridades de continuar con otros temas, una vez resuelto éste.
El pasado 15 de enero, sábado, al atardecer, había varios buldozer desbrozando el terreno para la nueva construcción. Lástima que cuando se trata de viviendas para el pueblo, las obras no se acometan con la misma agilidad.
Mesías no, pero sí líder del pueblo
"No es tan deseable respetar la ley como lo que es justo"
Henry David Thoreau
Por Angel Pablo Polanco, (Nueva Prensa Cubana)
LA HABANA (NPC).- El Dr. Oscar Elías Biscet cumplió este lunes 75 días de encierro en las tenebrosas celdas de una cárcel cubana. También ese día en los Estados Unidos, se celebró el 71 aniversario del nacimiento de Martin Luther King Jr,
presidente de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, una de cuyas filiales era el Movimiento Cristiano de Alabama de los Derechos Humanos, y quien fue el líder indiscutible de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos.
El reverendo King, además, es actualmente, sin lugar a dudas, uno de los más trascendentales hombres de la historia moderna. Biscet es el presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, uno de los más importantes líderes de la lucha cívica no
violenta en Cuba.
Si a King no lo hubiesen asesinado con sólo 39 años de edad, quizás habría podido conocer al Dr. Biscet, que sólo contaba entonces con 8 años de edad. Pero Biscet, negro, y que precisamente ahora cuenta con la misma edad que entonces tenía King,
es un fiel servidor de las ideas del líder negro como éste lo fue de la filosofía moral de Henry David Thoreau y Mahatma Gandhi, dos de los más grandes representantes universales de esas ideas filosóficas en la época moderna, y los más importantes de
la doctrina de lucha de la desobediencia civil.
Muchos son los criterios comunes en la obra de estos precursores: Thoreau, Gandhi, King. Pero de todos, uno parece ser esencial para la práctica de la desobediencia civil, y es aquél de que el líder y los que más cercanamente lo siguen, han de estar convencidos y
dispuestos a sacrificar su libertad física por los ideales de libertad moral y espiritual de todos.
En otras palabras: han de estar dispuestos a soportar la cárcel. En estos criterios se inspiró la práctica de lucha de Ghandi y King.
El primero dijo al respecto: "Un resistente civil cien por cien, actúa simplemente como si no existiera la autoridad del Estado. De hecho provoca su encarcelamiento y otras medidas de fuerza contra él. Cuando un grupo de hombres reniega del Estado, casi establece su propio
gobierno. Entonces- dice Gandhi- lo que espera al grupo y a sus componentes es la prisión o el fusilamiento."
Por su parte King relata dramáticamente en su obra Amanecer en Birmingham, el momento en que decide ir a la cárcel ante la disyuntiva que le plantean sus propios hermanos de lucha. Y el principio que había predicado con tanta pasión de someterse al encarcelamiento
llegada la hora. King narró así bíblicamente ese hecho: "Pensé en 20 millones de negros que soñaban con poder franquear algún día el mar rojo de la injusticia y abrirse camino hasta la tierra prometida de la integración y de la libertad.
Ya no tenía la menor duda. Me quité la camisa y los pantalones, me puse mi ropa de trabajo, y volví al otro cuarto a decirles que había decidido ir a la cárcel."
El Dr. Oscar Elías Biscet no ha escrito aún sobre el tema, pero lo ha expresado reiteradamente, y sobre todo, ha practicado con verdadera vocación de mártir, ese principio. Veintisiete arrestos soportados en sólo 16 meses son elocuentes.
Recientemente su abogado defensor dijo que lo confortaba la manera en que Biscet enfrentaba el encarcelamiento. A diferencia de familiares y amigos a quienes preocupa la posibilidad de una larga estancia en esa prisión, Biscet se muestra despreocupado y le dijo a su abogado que lo asume
como una de las más importantes tareas de la desobediencia civil.
Y es que Biscet, contrario a lo que irónicamente dicen sus detractores y adversarios, no es un Mesías, pero sí un verdadero líder de su pueblo. Evidencia de ello es que a partir de su encarcelamiento se han incrementado las acciones públicas contra el régimen
totalitario, y la solidaridad con su persona y causa es casi total.
Estamos seguros que si llega a ser enjuiciado y condenado, éstas se multiplicarán. Ya junto a él hay diez que siguieron el ejemplo de Gandhi y King, y el de tantos hombres honestos que soportaron en la cárcel el necesario sacrificio por la libertad.
También junto a Biscet están otros líderes de la lucha cívica no violenta como Ángel Moya, Diosdado González y Maritza Lugo, dispuestos como muchos cubanos más a compartir las consecuencias del concepto de Henry Thoreau: "Bajo un gobierno que
encarcela a cualquiera injustamente, el lugar adecuado para un hombre justo es también una cárcel."
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