LA HABANA (Reuters) - La represión política en Cuba aumentó en 1999, con un total de 344 presos políticos al final del año, denunció el martes un grupo opositor.
``La situación de derechos civiles y políticos en Cuba empeoró durante el pasado año en comparación con 1998'', dijo en un comunicado Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Además de esos presos, según la Comisión, durante los meses de noviembre y diciembre otros 262 opositores fueron detenidos y muchos de ellos liberados posteriormente.
Pero al menos 11 -incluídos los conocidos activistas Oscar Elias Biscet y Maritza Lugo- siguen arrestados, agregó la fuente.
``Considero que la gran mayoría de este último grupo que permanece detenido pudiera ser sometida a juicio, dando lugar a nuevas condenas a prisión por motivos políticos'', dijo Sánchez.
Además unas 200 personas se les prohibió salir de sus domicilios o viajar hacia la capital para evitar su participación en actividades opositoras, según la Comisión.
Sánchez afirmó que este aumento de las detenciones, las cuales casi nunca son confirmadas por el gobierno, se debía a que ``Cuba sigue siendo la única sociedad cerrada en este hemisferio''.
La Comisión presidida por Sánchez, el más conocido grupo de derechos humanos de Cuba, no está reconocida por el gobierno de Fidel Castro, que califica a todos los disidentes de contrarrevolucionarios y traidores financiados por Estados Unidos.
En 1999 no se produjeron ``excarcelaciones significativas'' y las autoridades llevaron a cabo ``las oleadas de represión política más amplias de la década'', denunció Sánchez. Durante el último trimestre de 1999 se registró un aumento de la
actividad de los minoritarios grupos disidentes, que trataban de hacer oir su voz con ocasión de la Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana a mediados de noviembre.
El gobierno de Castro niega la existencia de presos políticos, afirmando que se trata de personas culpables de delitos penados por el código penal, que incluye varias formas de ``actividad contrarrevolucionaria''.
La Habana también afirma que existe la libertad de expresión en la isla y asegura que su sistema unipartidista socialista es más democrático que el modelo multipartidista occidental porque permite el debate en todos los niveles del gobernante Partido Comunista.
Las cifras facilitadas por la Comisión, que elabora su información basándose en entrevistas con las familias afectadas, son menores a las que dan otros grupos disidentes.
La última liberación importante de presos políticos se produjo tras la histórica visita del Papa Juan Pablo II a la isla en 1998, cuando unos 100 reclusos salieron de la cárcel.
Posteriormente las autoridades cubanas afirmaron que no cederían a las presiones extranjeras para liberar más prisioneros.
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