Por María O'Donnell Corresponsal en EE.UU. La Nación Line. Enero 11
WASHINGTON.- Para impedir que Elián González regrese a Cuba en los próximos días, un juzgado de familia de Florida entregó ayer en forma temporaria la custodia del niño balsero a su tío abuelo, Lázaro González, residente en Miami.
La jueza Rosa Rodríguez se declaró competente para entender en el caso y fijó una audiencia para el próximo 16 de marzo.
El Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), que había establecido un plazo hasta el próximo viernes para que Elián vuelva a Cuba junto a su padre, se encontraba anoche revisando la decisión de la jueza. Aunque Rodríguez aceptó, por
pedido del tío abuelo de Elián, Delfín González, estudiar si "el chico sufriría daño emocional bajo la custodia paterna", expertos legales opinaban anoche que el SIN podría ignorar la medida.
Elián vive con su tío abuelo en la zona conocida como la Pequeña Habana de Miami, desde que un pescador lo rescató en el estrecho de Florida, a fines de noviembre último.
El niño sobrevivió al naufragio que les costó la vida a su madre y a otros diez tripulantes, mientras intentaban llegar a los Estados Unidos. Y quedó atrapado en una disputa legal entre sus familiares, que no tardó en convertirse en una historia política
nacional y en ingresar al centro de la campaña electoral.
"La madre de este niño murió en su esfuerzo por darle libertad", afirmó el vicepresidente Al Gore, que privilegió su condición de candidato demócrata y cuestionó la decisión que había adoptado la administración
Clinton de enviarlo de regreso a Cuba junto a padre, Juan Miguel González.
La decisión despertó en primera instancia las protestas más previsibles: el tío abuelo apeló; los grupos anticastristas más radicales de Miami bloquearon las calles de la ciudad; y los republicanos del Congreso decidieron citar al niño de 6 años
para que presentara testimonio el 10 de febrero próximo ante un comité de la Cámara de Representantes, en una maniobra sólo pensada para ganar tiempo.
Pero Clinton, que hizo un intento inútil por preservar al caso de Elián "fuera de la política" y apoyó la decisión del SIN, encontró oposición donde menos lo esperaba, en su vicepresidente.
"No creo que el SIN tenga la experiencia necesaria para encargarse de un caso como éste, me gustaría que la disputa se decidiera en una corte", dijo ayer Gore cuando la jueza Rodríguez todavía no había dado a conocer su decisión.
La jueza le mandó una copia de la resolución al padre de Elián, que exige desde el primer día el regreso de su hijo a Cuba e insiste en que no está dispuesto a viajar a los Estados Unidos, aunque fue citado a la audiencia para el 10 de marzo.
Gore tomó distancia de la Casa Blanca luego de una serie de maniobras de los grupos cubanos anticastristas -con peso electoral en el Estado de Florida- para transformar a Elián, víctima de una historia trágica, en un símbolo de su cruzada contra Castro.
Por su parte, al conocer la decisión de la jueza, el vocero de la familia González, de Miami, Armando Gutiérrez, dijo: "No puedo expresar cuán felices estamos". Las cadenas de televisión, que siguen el caso a diario, habían mostrado antes a Elián
blandiendo un papel cuyo contenido debe desconocer.
Era la citación del Congreso que le había enviado el representante Dan Burton, el mismo que elaboró junto a Jesse Helms el proyecto de la ley de 1996 para reforzar el embargo que los Estados Unidos trabaron contra Cuba hace más de 30 años.
Un regalo con historia
Otra imagen que mostró la televisión fue la de Elián jugando con un cachorrito en el jardín de la casa del tío abuelo. Fue un regalo del representante republicano de Florida Lincoln Diaz-Balart.
El regalo tiene su historia. Diaz-Balart es sobrino de la madre de Fidelito, el hijo mayor de Fidel Castro. Luego del divorcio, Mirta, la madre de Fidelito, entabló con Castro una batalla judicial por su tenencia. Diaz-Balart ganó la custodia, pero dejó que el niño
visitara a Castro por unos días en México, donde se preparaba la revolución. Castro maniobró para que Fidelito no volviera junto a su madre.
Finalmente, cuando Castro ya había triunfado, Mirta aceptó dejar Nueva York y volver a La Habana con su hijo. En la primera entrevista en la que Fidel mostró a Fidelito, el niño jugaba con un cachorro que le habían regalado. |