Yupi Internet. Enero 7
Miami, 7 ene (EFE).- Además de Fidel Castro, el exilio cubano en Miami se ha buscado un nuevo enemigo: Bill Clinton.
La indignación de los grupos del exilio por la repatriación del niño balsero Elián González a Cuba se ha volcado contra el presidente de Estados Unidos, a quien le echan la culpa de la decisión del Servicio de Inmigración.
"Clinton cobarde, Miami está que arde", era una de las consignas mas usadas ayer jueves durante las manifestaciones de los grupos del exilio cubano que paralizaron prácticamente el centro de la ciudad.
La comisionada de Inmigración Doris Meissner anunció el miércoles que el menor de seis años debe regresar a la custodia de su padre, Juan Miguel González, quien vive en Cárdenas (Cuba) y que ha reclamado que se lo devuelvan, con el apoyo del presidente
del gobierno cubano, Fidel Castro.
El exilio cubano en Miami apoya los esfuerzos de los familiares de Elián de retenerlo aquí y estima que si es devuelto a Cuba, su regreso será una victoria propagandística para Castro.
El presidente Clinton dió su apoyo a la decisión de Meissner, que dijo no estaba influenciada por razones políticas y solo ceñida a la ley.
Comentaristas de las emisoras cubanas de Miami, y líderes de los grupos del exilio, se han olvidado por un momento de Castro para dirigir sus principales ataques contra Clinton y su administración, a quien acusan de falta de sensibilidad y de haberse sometido al "chantaje
castrista" al aceptar que se repatríe el niño.
Elián sobrevivió, junto a otras dos personas, a un naufragio cerca de las costas de Florida en noviembre pasado, donde murió su madre, su padastro y otros nueve inmigrantes cubanos.
Además de ser un peón de ajedrez en las ya turbulentas relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el caso de Elián se encamina a influir también en la política nacional.
El comentarista de Radio Mambí Agustín Tamargo dijo que no habrá cubano residente en Estados Unidos que vote por los demócratas en las próximas elecciones presidenciales de noviembre, debido al caso de Elián.
El presidente del Comité Nacional Republicano, Jim Nicholson, aprovechó la indignación del exilio cubano para hacer política y pidió a los aspirantes a la candidatura presidencial demócrata, Al Gore y Bill Bradley, que den la cara y que digan públicamente
si respaldan o no la decisión de la Administración Clinton.
Por ahora, ambos han mantenido silencio.
En campaña política en Iowa, el casi seguro candidato presidencial republicano George W. Bush criticó la decisión de la Aministración Clinton:
"El Servicio de Inmigración ha cometido un error", dijo Bush, gobernador por Texas.
Su hermano, Jeb Bush, gobernador de Florida, fue mas explícito en sus críticas y, en perfecto español, no se cansó de repetir por las radios cubanas de Miami su opinión de que este caso tendría que haber sido resuelto en un tribunal familiar estatal.
El cubano-americano Alex Penellas, demócrata y alcalde del condado Miami-Dade, le advirtió a Gore de las graves consecuencias políticas que tendría para el partido la decisión de repatriar a Elián a la isla.
Los republicanos podrían aprovechar también, según algunos analistas, para criticar a la Administración Clinton por su "política de apaciguamiento" con Cuba y por su falta de mano dura con La Habana.
El diario "New York Times" reveló el jueves que altos cargos del gobierno norteamericano discutieron el caso de Elián y sus ramificaciones en las relaciones de Estados Unidos con Cuba.
"Se sabía que Inmigración se encaminaba a devolver el niño a su padre en Cuba y existía un consenso de que no había que intervenir en una decisión que evitaría un nuevo e inoportuno antagonismo con el gobierno cubano", escribió el
diario de Nueva York. EFE
Copyright © 2000 Yupi Internet |