LA HABANA, 5 (Reuters) - Los cubanos reaccionaron el miércoles con júbilo y alivio ante la decisión de Estados Unidos de que el niño ``balsero'' Elián González debía regresar a su país, donde millones de sus compatriotas han participado
desde hace un mes en las protestas ``¡Liberen a Elián!''
Aunque instaron a un rápido retorno del niño, también expresaron temores de la respuesta de los exiliados cubanos de línea dura en la Florida, enfrentados en este caso con el gobierno comunista de Fidel Castro.
``Me parece lo más correcto que le den la custodia al padre, tenían que haberlo hecho mucho antes. La retención del niño ha sido una cabronada de la gente de Miami, con el apoyo del gobierno'', dijo Julio Martínez, de 57 años, mientras abrazaba a un
periodista que le informó sobre la decisión estadounidense.
``Creo que ahora van a gritar mucho en Miami, pero allá están equivocados, no tienen ningún derecho'', expresó por su parte el profesor de enseñanza secundaria Rafael Rodríguez, de 49 años.
La prensa estatal cubana no divulgó inmediatamente la decisión del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), divulgada en Washington, de que la custodia de Elián pertenece a su padre, Juan Miguel González, residente en la ciudad de Cárdenas,
en la provincia cubana de Matanzas.
Cuba ofreció una primera respuesta oficial cautelosa a la noticia del anuncio de Estados Unidos de que el niño balsero Elián González debe regresar con su padre, advirtiendo que la información podría causar ``excesivos optimismos''.
Un comunicado leído en la televisión estatal, que citó información de ``la dirección de la Revolución'', dijo que el torrente de ``rumores, especulaciones, noticias confidenciales y declaraciones de altos funcionarios del gobierno de los Estados Unidos
en relación con el caso del niño secuestrado Elián González... pueden conducir a excesivos optimismos e incluso a confusiones en nuestra opinión pública''.
El tono cauteloso del comunicado contrastó con el júbilo expresado por cubanos comunes al tiempo que la noticia sobre la decisión del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos (INS) se filtraba por las calles por medio de las estaciones de
radio y televisión de Miami, así como otros medios extranjeros.
El comunicado indicó que en contraste, la prensa estatal de Cuba manejará la información ``acerca de las posibles alternativas en el desenlace de este complejo y delicado problema'' con extrema cautela y discreción.
De acuerdo con el comunicado, esa es la intención ``a fin de no afectar el curso de la batalla que la nación está librando por la liberación del niño, que en mucho dependerá de que nuestro pueblo disponga oportunamente de informaciones precisas y exactas
del desarrollo real de los acontecimientos''.
Asimismo, señaló que Estados Unidos debería ``aplicar la solución más justa y correcta del problema frente a la mafia cubano-americana y la extrema derecha en el Congreso de los Estados Unidos que tratarán por todos los medios de impedir el regreso del
niño a Cuba''.
Juan Miguel González, quien trabaja de portero en un centro turístico de la playa de Varadero, también en la provincia de Matanzas, al parecer se hallaba aún en La Habana el miércoles, después de haber cenado el martes con Castro y una delegación
del Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos en el Palacio de la Revolución.
Ni el padre de Elián ni sus cuatro abuelos, todos residentes en Cuba, estuvieron disponibles para que comentaran sobre el caso.
La decisión, sin embargo, deleitará con seguridad tanto a la familia del niño en Cuba como al gobierno de la isla caribeña, que ha organizado una campaña masiva de protestas callejeras, muchas de ellas frente a la sede de la misión diplomática
estadounidense en La Habana, situada en la avenida llamada el Malecón, que bordea el litoral de la capital cubana.
En una agria disputa que recuerda las hostilidades de la Guerra Fría, el gobierno de Castro y la comunidad de exiliados cubanos en Miami se han mantenido durante un mes en una acalorada polémica a los dos lados del Estrecho de la Florida sobre la muy politizada batalla por la
custodia legal del niño.
Elián fue rescatado el 25 de noviembre en el mar después de que naufragó una embarcación que transportaba a un grupo de inmigrantes ilegales cubanos. La madre del niño, que estaba divorciada del padre del menor, murió en el incidente junto a otras 10
personas.
``Ahora están haciendo lo correcto (...) su pueblo lo espera de vuelta. Espero que pronto regrese para que el daño sicológico por el trauma sufrido sea menor para él. Hicieron simplemente lo correcto'', agregó el maestro Rodríguez.
Martínez, empleado de una tienda en La Habana, resumió el alivio de muchos cubanos de que las protestas, que dominaron sus Navidades y el Año Nuevo, podrían terminar pronto: ``...Así ya no gastaremos más en las movilizaciones y los carteles, aunque me
parece correcto que se hiciera''.
La mayoría de los cubanos apoyan en principio la posición de su gobierno con relación al caso de Elián, pero algunos comenzaron a quejarse por el costo y la naturaleza repetitiva de las manifestaciones a todo lo largo de la isla caribeña.
``¡Ahora podemos mandar las camisetas a Miami!'', dijo un cubano mientras señalaba hacia una de las decenas de miles impresas con la cara del niño y la consigna: ``¡Salvemos a Elián!''
Castro prometió que el eventual regreso de Elián a Cuba sería manejado con discreción y publicidad mínima, pero la cara del niño es en la actualidad la imagen dominante en Cuba, adornando cientos de miles de camisetas, carteles y banderas a todo lo largo
y ancho del territorio de la nación antillana, así como el centro de atención de toda la prensa estatal cubana.
``Podría ser algo traumático para Elián ver su cara impresa a lo largo de toda la isla y ver a la gente que anda por las calles llevando su imagen en el pecho'', comentó un diplomático occidental.
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