LA HABANA, 1 (Reuters) - Cuba, cuyo gobierno comunista rechaza el 1 de enero del 2000 como el inicio de un nuevo milenio, recibió el Año Nuevo con exhortaciones de fervor revolucionario, a diferencia de las fiestas y espectáculos callejeros en otras partes del mundo.
La televisión estatal comenzó el primer día del 2000, también el 41 aniversario del triunfo de la Revolución cubana del presidente Fidel Castro, el 1 de enero de 1959, con un mensaje especial de medianoche a la población.
``Compatriotas: nuestra revolución socialista celebra su aniversario 41 más firme que nunca'', comenzó el breve mensaje, difundido después de escucharse el himno nacional y con el trasfondo de las patrióticas imágenes de las movilizaciones masivas en la
isla, en torno a la actual disputa entre Cuba y Estados Unidos por la custodia de un niño cubano de seis años.
``Mantendremos en alto la antorcha encendida de la independencia, la revolución y del socialismo. La antorcha de la patria de (José) Martí y de Fidel'', continuó.
El mensaje alabó especialmente la reciente participación masiva de decenas de miles de cubanos, en la campaña liderada por el gobierno para conseguir que Estados Unidos repatrie de Miami al menor Elián González, uno de los sobrevivientes del naufragio de una
embarcación con 14 a bordo, a fines de noviembre.
``¡Viva el 41 anniversario del triunfo de la Revolución! ¡Viva Cuba libre! ¡Viva Fidel! ¡Salvemos a Elián! ¡Socialismo o Muerte! Como hace 40 años, ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!'', concluyó.
La Asamblea Nacional de Cuba ha designado oficialmente al 2000 como el ``Año del 40 Aniversario de la Decisión de la 'Patria o Muerte' ``, refiriéndose a la primera vez que Castro pronunció su ahora tradicional lema.
Lejos de la retórica oficial, los cubanos celebraron de manera más bien relativamente moderada el final de 1999, con discretas reuniones en casa para cenas familiares.
Quienes podían hacer el gasto prepararon los tradicionales alimentos de fin de año: cerdo con moros (arroz con frijoles).
Al pasar la medianoche, las calles de La Habana lucían, por lo general, desiertas y tranquilas, a exceción de algunos asilados vítores de alegría en edificios de apartamentos y de algunas parejas sentadas a lo largo del Malecón.
Tras el rechazo formal del gobierno del 1 de enero del 2000 como el inicio de un nuevo milenio, no hubo festejos oficiales como en otros países.
Los extranjeros residentes en La Habana y los turistas, sin embargo, asistieron a algunas cenas privadas especiales o espectáculos en sitios populares como el club Tropicana o la pintoresca plaza de la Catedral en La Habana Vieja.
Castro respalda la posición de algunos historiadores y expertos de que el nuevo milenio no comienza sino hasta el 1 de enero del 2001, porque la era cristiana no comenzó a partir de cero, sino que con el año uno.
Siguiendo la línea de Castro, todos los medios estatales de prensa dieron escasa difusión a las celebraciones mundiales por la llegada del milenio.
El principal noticiero de la TV, por ejemplo, abrió su programa de la víspera de Año Nuevo con un mensaje de felicitación del hermano de Fidel y ministro de Defensa, Raúl Castro, a las fuerzas armadas, por el 41 aniversario de la Revolución.
Esa información fue seguida por la cobertura de las protestas callejeras en el caso del menor Elián González y por otra historia sobre la producción de níquel.
En un breve mensaje de portada, el diario del Partido Comunista, Granma, deseó a sus lectores un Feliz Año Nuevo.
En el interior de la edición de Año Nuevo del periódico, un columnista seleccionó algunas citas de Castro en los meses anteriores, recordando a su pueblo que las celebraciones por la llegada del nuevo milenio en el 2000 no eran más que un ''autoengaño''
y una ``gran mentira''.
La muy temida Falla del Milenio, para la cual Cuba afirmó que estaba bien preparada, no se materializó en la isla caribeña, según los informes iniciales.
``Hasta ahora, ningún tipo de incidencia del error del milenio. Todos los sectores están funcionando normales'', dijo a Reuters a las 01:00 locales (0600 GMT) Eduardo Leyva, vicecoordinador de la Comision Nacional del Efecto 2000 en Cuba.
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