Xavier Mas De Xaxàs. Corresponsal. La Vanguardia Digital, febrero 29, 2000
WASHINGTON. - José Imperatori no quiere regresar a La Habana. El diplomático cubano que el sábado fue expulsado de Estados Unidos acusado de espionaje se encuentra en la embajada de Cuba en Ottawa. Está en huelga de hambre y decidido a seguir sin comer hasta que se
limpie su nombre. El Gobierno canadiense opina que debe buscarse otro lugar para protestar y ayer ordenó su salida inmediata.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense manifestó que "sólo facilitamos el tránsito del señor Imperatori a La Habana" y que éste saldrá "en breve" del país. El Gobierno estadounidense lo detuvo el sábado
por la tarde en su casa de las afueras de Washington y lo puso en un avión oficial que lo llevó a Toronto. De ahí podría haber volado a La Habana, pero en cambio se fue a Ottawa para pedir un visado de residencia.
Las autoridades canadienses aseguran que no piensan dárselo. Consideran que sus problemas con el Departamento de Estado norteamericano debe resolverlos en otro lugar. De hecho, el Departamento de Estado quería que la expulsión de Imperatori fuera tan suave que hasta le
prometió que podría regresar después para defenderse de las acusaciones de espionaje. Sin embargo, él prefirió mantener el desafío.
Es el primer diplomático que se resiste a una expulsión en Estados Unidos, violando la Convención de Viena, que establece que los diplomáticos sólo pueden ejercer con el placet del país en el que viven. También es el primer cubano de la sección
de intereses de La Habana en Washington que expulsa el Gobierno estadounidense. |