Por José Sánchez-Boudy. Diario Las Américas. Edición del 17 de Febrero, 2000
Yo moriré dentro de la Iglesia Católica y en cuestiones de fe jamás, argumentaré contra ella. Soy Marista cien por cien. Yo soy, por lo tanto, quien cree hay que cristianizar a Cuba caído Castro. Sin esto no hay salvación.
Creo en la conciencia y no en la obediencia debida. Me rebelo, pues, contra todo aquello que va contra la primera.
Por eso no puedo aceptar el Documento suscrito por el Cardenal de allá porque es entregar la Iglesia al "status quo" en detrimento de la libertad.
Es monstruoso que el Cardenal caiga en esta contradicción: "En ella dice la Conferencia de Obispos Católicos de que el caso del niño Elián González debe resolverse según el más elemental derecho universalmente aceptado, es decir que el menor
que ha perdido a uno de sus progenitores queda al cuidado del progenitor sobreviviente".
¿Pero no sabe el Cardenal que esto es un estado de derecho --los Estados Unidos-- y que lo de la tutela en general no es como él lo pone? ¿No sabe que en Cuba no hay derecho y por lo tanto que no hay patria potestad? ¿No sabe que lo que hay es sangre, crimen, injusticia,
abuso?
Y si esto no fuera poco el mentado Cardenal cubano critica al régimen por el método puesto en práctica para lograr que el niño vuelva a Cuba porque pone en peligro, afirma el Cardenal, la patria potestad del padre.
El Cardenal confiesa que "el Cardenal Law" ha llamado a personalidades del gobierno de Estados Unidos --es Cardenal'-- ofreciendo los servicios de la Archidiocesis de Boston para repatriar al niño.
la Iglesia Católica --no ella como obra de Jesús-- sino sus cardenales.
El Cardenal cubano llega a escribir que: "Lamentablemente, las condiciones del encuentro de las abuelas con el niño no fueron adecuadas".
Y carga la mano sobre la Madre O'Laughlin: "Las declaraciones posteriores de la hermana O'Laughlin: "Las declaraciones posteriores de la hermana O'Laughlin, cargadas de subjetividad fueron hechas según observaciones insuficientes y son de orden sentimental".
Estas declaraciones --digo yo-- son, por el contrario fundamental en el proceso legal y por eso hay que destruirlas según el comunismo. Son fundamentales para hacer variar a la opinión pública mal informada por una prensa manipuladora.
Por eso hay que destruirlas , machaco. Y el Cardenal dispara andanada tras andanada. "Estas declaraciones, grita el Cardenal, no cuentan en un proceso legal". Lo único que hacen de acuerdo con él es excitar a la opinión pública. No, compatriotas. No habla
Fidel Castro. Habla el Cardenal.
La Madre O'Laughlin es regañada por el Cardenal. Escribe rotundamente: "No apruebo el proceder de la hermana O'Laughlin". ¿Pero qué es esto?
El documento a favor del comunismo castrista cierra con estas palabras: "el padre del niño Elián González tiene derecho a la custodia legal de sus hijos y deben buscarse los medios adecuados para que en breve tiempo la dolorosa situación en que el niño se
encuentra llegue a su fin".
Con actuaciones como ésta nos va a costar mucho trabajo en el futuro reconquistar a Cuba para el Cristianismo. ¿Quién sabe de los errores cometidos por la Iglesia Católica como el nombrado, que no conocemos y que harán más difícil la tarea, cuando
salgan a flote? |