Publicado el 19 de diciembre de 2000, en
El Nuevo Herald
Condenado a muerte pide ayuda al presidente Flores
Associated Press. San Salvador
El salvadoreño Ernesto Cruz León, condenado a muerte en Cuba
junto a su compatriota Otto Rodríguez, por actos de terrorismo, pidió
al presidente Francisco Flores y a legisladores salvadoreños intervenir
en el caso.
Cruz León, en entrevista al canal 12 de la televisión
salvadoreña, pidió la ayuda, asegurando que ambos fueron "un
instrumento'' del líder anticastrista Luis Posada Carrilles, detenido en
Panamá.
"Quiero hacerle un llamado al presidente Flores y a todos los diputados
que no me echen tierra'', dijo el detenido en una entrevista grabada
recientemente en La Habana y difundida el domingo en este país.
"Soy salvadoreño, Otto es salvadoreño. Necesitamos de
ellos [presidente y legisladores]. Nosotros estamos con las manos atadas, no
podemos hacer nada'', agregó.
Cruz León, de 29 años, y Rodríguez, de 41, fueron
condenados a muerte por un tribunal cubano en marzo de 1999 por atentados
dinamiteros que causaron la muerte de un turista italiano en 1997.
Cruz León fue detenido en septiembre de 1997 en la capital cubana y
después admitió ser el autor de varios atentados dinamiteros. Rodríguez
Llerena fue capturado en junio de 1998 en el aeropuerto internacional de La
Habana, cuando introducía explosivos.
Castro desiste de completar el reactor nuclear de Juraguá
Efe. Nueva York
El gobernante cubano, Fidel Castro, ha desistido de completar la construcción
del reactor nuclear de Juraguá, suspendida por falta de financiación
tras la desintegración de la URSS en 1991, según fuentes de la
comitiva del presidente ruso, Vladimir Putin, citada ayer por el diario The New
York Times.
Por ahora no ha habido ningún anuncio oficial acerca de esa decisión,
que, según el rotativo, ha de satisfacer a Estados Unidos ante el temor
de que el combustible del reactor atómico pudiera usarse para producir
armas nucleares.
La decisión de abandonar la planta para la producción de 440
megavatios de electricidad fue comunicada a Putin, quien el domingo finalizó
una visita a La Habana tras cuatro rondas de conversaciones.
Parte de esas conversaciones estuvieron dedicadas a la deuda exterior de
$20,000 millones que contrajo Cuba con la extinta Unión Soviética
y que Putin procura recuperar para Rusia.
Según las fuentes rusas, no identificadas por el diario, Castro se
negó a reconocer la deuda -que Putin ofreció reducir en un 70 por
ciento- con el argumento de que la abrupta retirada de la antigua URSS de Cuba
en los años 80 ocasionó daños multimillonarios a la economía
cubana.
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