Bruselas / Madrid. A. Sotillo / L. Ayllón.
ABC, lunes 04 de diciembre de 2000.
La Comisión Europea quiere que la ayuda humanitaria que la UE presta
a Cuba vaya siendo sustituida por una cooperación que facilite la
transición económica y la democratización de ese país
y favorezca las inversiones comunitarias en la isla. La Comisión prevé
que la ayuda para situaciones de «crisis», a través de ECHO,
baje este año de 11,4 a 2 millones de euros.
La Comisión Europea considera que ha llegado el momento de reorientar
la ayuda que se concede a Cuba para adecuarla más a la posición
común que desde diciembre de 1996 se mantiene con respecto a ese país.
Hasta ahora, esa ayuda se ha venido prestando a través de cuatro
instrumentos: los fondos de la Agencia ECHO, la ayuda alimentaria, la contribución
a organizaciones no gubernamentales (ONG) y la cooperación económica
para distintos programas. En los últimos años, la partida más
importante ha sido la de ECHO, hasta el punto de que desde 1993 representó
el 65 por ciento de toda la ayuda de la Comisión Europea a la isla.
SITUACIONES DE CRISIS
Esta ayuda humanitaria, destinada fundamentalmente a paliar situaciones de
crisis, supuso en 1996 un total de 8,6 millones de euros (unos 1.430 millones de
pesetas) de los 14,4 millones que representó la ayuda total destinada a
Cuba.
En años sucesivos se mantuvo en unos niveles similares (10, 3
millones de euros en 1997; 9,8 en 1998 y 11,4 en el año 1999). Sin
embargo, en el presente año se producirá una sensible caída
de esa ayuda, que no superará los dos millones de euros de un total de
15,8 milllones que representa la aportación total de las arcas
comunitarias a Cuba.
Por el contrario, las cantidades que hasta ahora venían siendo
dedicadas a financiar actividades de las organizaciones no gubernamentales en
Cuba, que se situaban en niveles que no alcanzaban a los tres millones de euros
al año, llegarán a finales de este año a unos siete
millones (alrededor de 1.170 millones de pesetas).
De igual modo, el capítulo de cooperación económica
destinado a programas diversos de formación, que venía siendo
también de niveles muy reducidos, será este año de 5,8
millones de euros (unos 965 millones de pesetas).
LIGERA DISMINUCIÓN
La previsión para final del año 2000 es que la cooperación
total con Cuba se eleve a 15,8 millones de euros (unos 2.630 millones de
pesetas), lo que representa una ligera disminución con respecto a los 17
millones de euros de 1999.
Al margen de esta disminución que se considera transitoria, lo más
significativo de la posición de la Comisión Europea, que es
apoyada por los países miembros, incluida España, es la decisión
de sustituir la ayuda estrictamente humanitaria, a través de ECHO, por
una cooperación encaminada a facilitar la transición económica
y política del régimen castrista. Se considera que Cuba no
atraviesa ya una situación coyuntural de «crisis», por lo que
no tiene sentido ese tipo de cooperación de carácter humanitario.
FORMAR CUADROS DE EMPRESA
Según las previsiones del comisario de desarrollo, el danés
Poul Nielsen, la ayuda más específicamente económica se verá
aumentada de modo significativo en los próximos meses.
Con ella se pretenden llevar a cabo programas de formación de cuadros
de empresa, supervisión bancaria y asesoramiento fiscal. Asimismo, se
quiere desarrollar, entre otros, programas de asistencia técnica para la
financiación del sector sanitario o para mejorar la gestión de la
administración pública.
Con esto, lo que la Comisión Europea busca, según fuentes
comunitarias consultadas por ABC, es preparar la transición económica
en la isla caribeña, favorecer el crecimiento de un sector privado
emergente y promover los intercambios comerciales y las inversiones europeas en
Cuba.
Paralelamente a este incremento de la cooperación económica,
las actividades del programa ECHO continuarán su reducción de
forma progresiva hasta desaparecer a finales del año 2001.
Por el contrario, experimentarán un ligero aumento las ayudas
destinadas a mejorar la seguridad alimentaria y una subida aún mayor las
contribuciones financieras a ONG, con las que se quiere reforzar la cooperación
con la sociedad civil cubana.
El principal objetivo de estas últimas ayudas es, según
manifestaron las citadas fuentes, favorecer la democratización y los
derechos humanos, la promoción de la información independiente,
las actividades económicas autónomas y la mejora de las
condiciones de vida de los sectores de población más vulnerables
de Cuba.
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