El País. España,
viernes 1 diciembre 2000 - Nº 1673.
Cuba acusa a Aznar de tergiversar su posición sobre el terrorismo
de ETA
MAURICIO VICENT, La Habana. El País. España,
viernes
Las autoridades cubanas han abierto la veda contra el presidente del
Gobierno, José María Aznar, y de rebote contra la prensa española
por "su complicidad con los manejos y manipulaciones" del líder
del PP. Desde el martes pasado, la televisión oficial viene atacando
duramente a Aznar por su "intento descarado" de confundir a la opinión
pública española a raíz de la posición asumida por
Fidel Castro durante la pasada Cumbre Iberoamericana, en la que se negó a
firmar un documento de condena a ETA por considerarlo "hipócrita y
excluyente" al no referirse también a los atentados cometidos contra
Cuba en los últimos 41 años.
"Procónsul que rinde culto entusiasta al neoliberalismo", "hombre
prepotente" y "vinculado a la mafia terrorista de Miami", "aliado
de la Casa Blanca en su política agresiva contra Cuba", son algunos
de los epítetos más suaves dedicados a Aznar por los aguerridos
comentaristas de la televisión estatal.
La tesis de Cuba es que siempre ha condenado el terrorismo, tanto el de ETA
como el de cualquier otro grupo, pero Aznar ha querido tergiversar esta verdad
presentando su posición de principios en la cumbre como un "apoyo"
de Fidel Castro a la banda terrorista ETA.
Todos quieren a Posada Carriles
Cinco países podrían juzgar al anticastrista detenido en
Panamá durante la X Cumbre Iberoamericana
MIREN GUTIÉRREZ , Ciudad de Panamá
La broma que se cuenta entre los corresponsales extranjeros en Panamá
es que la X Cumbre Iberoamericana celebrada entre el 17 y 18 de este mes
en Panamá fue "salvada" por la controvertida presencia de
Fidel Castro. La revelación de un complot para asesinarlo; su negativa a
firmar una resolución que condenaba el terrorismo en el País
Vasco, y su larguísima intervención, en la que dispensó
acusaciones a diestra y siniestra, sacudieron la desidia y despejaron a los
periodistas.
Más allá de la anécdota, la visita del comandante ha
dejado huellas en Panamá, cuyas repercusiones políticas son todavía
difíciles de evaluar. De momento, la disputa por quién debe juzgar
a Luis Posada Carriles, verdadera bestia negra del régimen castrista y
uno de los acusados por Cuba de tratar de asesinar a Castro durante la cumbre,
que fue detenido pocas horas después de la denuncia de las autoridades
cubanas y que actualmente permanece encarcelado en Panamá.
Venezuela, El Salvador, Panamá, Estados Unidos y Cuba (que formalizó
el miércoles la petición de extradición) , todos podrían
encausar al anticastrista. En la isla, Posada Carriles está acusado,
entre otras acciones terroristas, de la voladura del avión de Cubana de
Aviación, que, en 1976, mató a unas 70 personas, y del atentado
contra la Embajada cubana en Portugal el mismo año.
Encarcelado en Venezuela, fue condenado a 27 años de prisión,
pero se fugó en 1985. En 1988, fue asesor de seguridad del presidente
salvadoreño José Napoleón Duarte, y un año después
fue ayudante de seguridad del presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo. En 1996
dirigió a un grupo de exiliados que trató de matar a Castro
durante la cumbre de presidentes de Cartagena de Indias (Colombia). Y en 1997,
un turista italiano resultó muerto en el hotel Copacabana de La Habana a
consecuencia de la explosión de una bomba colocada por un ciudadano
salvadoreño que declaró trabajar para Posada Carriles.
El Gobierno de Chávez, cuyas relaciones con Cuba son excelentes, evalúa
la posibilidad de pedir su extradición. Por su parte, el ministro de
Interior de El Salvador, Mario Acosta, dijo que su Gobierno podría
solicitar la entrega de Posada Carriles si se comprueba que utilizó un
nombre ficticio para obtener un pasaporte salvadoreño, según
publicó el periódico La Prensa Gráfica de San Salvador. Al
supuesto terrorista se le decomisó en Panamá un pasaporte numerado
143258, expedido el 30 de marzo de 1998 por la Dirección de Migración
de El Salvador.
Las autoridades panameñas informaron de que el presunto terrorista
cubanoamericano podría ser deportado a Estados Unidos debido a su estatus
de ilegal. Por el momento, sólo se ha comprobado que Posada Carriles entró
en Panamá el 5 de noviembre con pasaporte falso, lo que únicamente
es un delito contra las leyes migratorias locales, además la tenencia de
armas.
Por su lado, Cuba, que afirma tener un derecho prioritario para juzgar a
Posada Carriles, advirtió en un comunicado oficial de que "Panamá
está siendo sometida a muy fuertes presiones para liberar a los
terroristas", y que se dispone a organizar una campaña internacional
para que eso no suceda. Al no tener un tratado de extradición con Cuba,
salvo en casos de narcotráfico, en Panamá es previsible un
complicado proceso legal y presiones en un sentido u otro.
Pero "las relaciones con Cuba no se verán afectadas. No deberían
verse afectadas", aseguró por su lado el vicecanciller panameño,
Harmodio Arias. En todo caso, "el asunto está en manos de la
Justicia panameña, y el Ministerio de Exteriores aceptará la
decisión que tome".
Asimismo, Arturo Vallarino, primer vicepresidente, advirtió de que la
extradición a Cuba de los detenidos no prosperaría si son juzgados
en Panamá o si son sentenciados en la isla a pena de muerte, que no está
contemplada en las leyes panameñas. La presidenta Mireya Moscoso había
dicho anteriormente que, si se demuestra que el grupo cometió algún
acto ilegal en suelo panameño, sería juzgado en este país.
En ese caso, tampoco está claro de qué delito sería
acusado, puesto que el terrorismo no está tipificado como tal.
Junto a Posada Carriles, las autoridades detuvieron a, Pedro Remón,
Manuel Díaz y Guillermo Nomo, todos cubanos nacionalizados
estadounidenses, y al cubano César Matamoro y al panameño José
Hurtado, también presuntamente vinculados a este supuesto intento de
asesinato.
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