WASHINGTON. P. Rodríguez corresponsal. ABC, España. Lunes 24 de abril de 2000
Dando una vuelta más al tornillo politizado del caso Elián, el Partido Republicano no ha escatimado críticas contra la actuación del Gobierno en Miami. Pidiendo una investigación en el Congreso, los conservadores han llegado a recriminar a la Casa Blanca el uso
de tácticas propias de una dictadura comunista como la liderada por Fidel Castro en Cuba.
Aunque el presidente Clinton no haya asumido la responsabilidad de la operación en Miami, la mayoría republicana en el Congreso le pide explicaciones ante lo que califica como un intolerable abuso de fuerza. Según los conservadores, si el Departamento de Justicia actuara tan
agresivamente contra asesinos y terroristas, la criminalidad en Estados Unidos se reduciría a cero.
El candidato presidencial George W. Bush ha sido el primero en cuestionar la actuación del Gobierno federal, en su opinión incompatible con la buena imagen de Estados Unidos en el mundo. Según el gobernador de Texas, «la autoridad moral de nuestras leyes se basa en la
idea de una aplicación justa y mesurada». Para el líder republicano en el Senado, Trent Lott, «mi primer pensamiento fue que esto sólo puede ocurrir en la Cuba de Castro». Algunos parlamentarios conservadores, como Tom DeLay, han acusado a la Casa Blanca de
secuestrar a Elián con un estilo propio de la Gestapo.
La Prensa también ha editorializado con pasión sobre esta polémica internacional. El diario «Washington Post» insistía ayer en que el Gobierno ha hecho «lo correcto» con una operación policial ejemplar. El rotativo incluso criticaba las
dudas y reproches emitidos por George W. Bush y del vicepresidente Al Gore, que se ha quedado al margen de estas decisiones. En contraste, el «New York Times» calificaba la acción gubernamental como «precipitada» e incompresible para un país «que hoy se
pregunta cómo el Gobierno, con todo su poder, no ha podido actuar con mayor responsabilidad y continuada paciencia».
INVESTIGACIÓN EN EL CONGRESO
Sin éxito alguno, la Administración Clinton ha insistido en que no se debe politizar esta triste saga. Según el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, «es muy frustrante que esos líderes políticos sigan explotando el caso de un niño de seis años
para beneficio propio». Tras el descanso de Semana Santa, se espera que la mayoría republicana en el Congreso imponga la necesidad de una investigación parlamentaria.
Los congresistas republicanos y demócratas de la Florida han vertido las críticas más intensas contra lo ocurrido en la madrugada del sábado en Miami. Según el diputado cubano-americano Lincoln Díaz-Balart, «William Jefferson Clinton ha cometido su
acto más cobarde», cargado de irresponsabilidad y negligencia. Para estos parlamentarios, la Administración se ha extralimitado claramente con tal de calmar al régimen de Castro y evitar un posible éxodo de balseros. El gobernador Jeb Bush, hermano del previsible
candidato republicano a la Casa Blanca, se ha declarado engañado por las promesas federales de encontrar una solución pactada.
La familia de Miami, trasladada a Washington en un vano intento por reunirse de nuevo con Elián, está siendo guiada en la capital por el senador Robert Smith, republicano de New Hampshire. Smith ha llegado incluso a criticar a su propio partido por no haberse empleado a fondo en
este caso. Según Smith, «estoy avergonzado de mi partido, el Partido Republicano, que ha sido incapaz de defender los intereses de este niño».
Esta rama de los González también ha atacado al presidente Clinton. Según Marisleysis, la prima de Elián que ha actuado como su madre en estos últimos cinco meses, el ocupante del Despacho Oval «ha deshonrado a su propia familia y ahora ha logrado
deshonrar a la nuestra».
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