Pide información al cónsul en La Habana y contempla una intervención amistosa
Alberto Rubio - Madrid .- La Razón. Martes 1 de agosto de 2000
La Dirección General de Asuntos Consulares del Ministerio de Asuntos Exteriores se dirigió ayer al Consulado de España en La Habana para que se realicen averiguaciones sobre la situación personal del pequeño Nelson Manuel Aguilera, de diez años. Como ha
venido publicando LA RAZÓN desde el domingo, las autoridades de Inmigración cubanas le niegan el permiso de salida, a pesar de que tiene concedido el visado para España, porque su madre, Rosa María Aguilera, está considerada «desertora».
El director general de la Oficina de Información Diplomática, Alberto Aza, aseguró ayer a este periódico que España estaría dispuesta, si fuera necesario, a «intervenir amistosamente» ante el gobierno cubano. «Pero siendo en todo
momento muy conscientes de que no podemos influir sobre algo que compete exclusivamente a la soberanía de Cuba».
Tanto la madre como el hijo son de nacionalidad cubana. Aunque Rosa tiene ya su segundo permiso de residencia en España, su pasaporte es cubano. Y el niño tampoco puede alegar ningún ascendiente directo español, ya que su padre también es natural de la
isla. Según fuentes jurídicas, «desde aquí, legalmente, no se puede hacer nada porque no se trata de ciudadanos españoles».
Vía humanitaria
Sin embargo, queda la vía humanitaria. El Ministerio de Asuntos Exteriores está dispuesto a realizar gestiones «de carácter amistoso» ante el Ejecutivo de La Habana «por el cariño y solidaridad que nos unen con el pueblo de Cuba, teniendo en cuenta una
situación familiar como ésta».
El Consulado de España ha intervenido en otras ocasiones de similares características o en las que se han visto involucrados nacionales españoles, «pero procuramos hacerlo sobre la base de la discreción y el diálogo», señalaron fuentes
diplomáticas. De hecho, la preocupación de las autoridades españolas en estos casos se centra en lograr una solución satisfactoria «evitando en la mayor medida posible interferir» en cuestiones que se consideran de índole interna.
El abogado especializado en asuntos de inmigración, Demóstenes Mamani, opina lo mismo: «no hay otra forma de lograr algo positivo en el caso de Nelson porque quién va a decidir si sale o no son las autoridades cubanas».
El pequeño Nelson Manuel se encuentra sometido a una gran presión psicológica en los últimos días, después de que los funcionarios de Inmigración le comunicasen que «de ninguna manera le dejarían salir para reunirse conmigo»,
según relató a LA RAZÓN su madre.
Esa presión se añade a los problemas de ansiedad, agresividad e irritabilidad que le fueron detectados tras la salida de su madre hacia España. Según su abuela, Delia, esos trastornos han remitido, aunque el chico sigue mostrandose ansioso por reunirse con ella.
Tampoco contribuyó a tranquilizarle que el departamento de Inmigración le negase la salida el pasado 21 de julio, cuando ya la tenía autorizada, una vez que sus familiares aceptaron que viajase él sólo, sin su abuela, hasta Madrid.
Preparativos
Esta es una posibilidad que los familiares de Nelson siguen barajando, a pesar de la firme negativa expresada hasta ahora por el departamento de Inmigración, que también concedió meses atrás la «Carta blanca» a su abuela.
«Le estamos preparando por si tiene que viajar sólo, y él está de acuerdo porque lo único que dice es que quiere estar con su madre», dice Delia con una evidente tristeza en su voz. «Lo que más me importa es que el niño pueda salir y
terminar con esta situación que le está haciendo mucho daño». La preocupación de abuela sólo asoma cuando asegura que «no se si es bueno que viaje sólo al cargo de una aeromoza».
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