LA HABANA, Cuba.- El dolor, la tristeza y la desesperanza todavía están presentes en el hogar de Joan Martínez e Isdelaide González Llorente. Un año ha transcurrido desde que falleció su bebé a pocos días de nacido, por presunta negligencia médica en el trabajo de parto. Hoy, aún esperan por una respuesta de la supuesta investigación que comenzaron las autoridades.
“Es importante aclarar, primero que nada, que no estamos pidiendo venganza, porque eso no nos va a devolver a nuestro hijo, pero lo que sí queremos es que se haga justicia, para que no mueran más niños por negligencia médica”, aseguró Joan Martínez Benítez, padre del bebé fallecido.
Según contó, desde el 10 de enero de 2018, fecha en que falleció su hijo, esperan por una respuesta de las autoridades, a partir de una investigación que comenzaron por presunta negligencia médica durante el trabajo de parto, llevado a cabo en el Hospital Materno de 10 de octubre “Hijas de Galicia”, donde dio a luz su esposa Isdelaide González.
“Nosotros acusamos a los involucrados ante las autoridades. Ellos abrieron el caso por negligencia médica, pero nunca más nos han dicho nada al respecto… Hemos ido a todas las instituciones del país y no nos dicen nada”, insistió Joan.
Entretanto, Isdelaide González, madre del bebé, asegura que su agonía comenzó el 25 de diciembre de 2017, cuando ingresó al hospital con 40,2 semanas de embarazo.
“Llegué allí con dolores y contracciones, pero pasadas 24 horas me trasladaron a la sala de embarazo pre término, donde estuve en la cama 12 hasta que alcancé las 41,3 semanas”, dijo.
“Mi esposo y familiares estuvieron detrás de quién fuera la subdirectora en aquel momento, la Dra. Flora Vila Vaillant, pidiéndole que me hicieran cesárea, pero su respuesta fue que era cuando ella lo decidiera”, acotó Isdelaide.
Trascurrido este tiempo, agrega, la llevaron a la sala de cuidados perinatales, donde le pusieron, el día 2 de enero de 2018, la primera pastilla de preinducción del parto, sin resultados. Lo mismo le hicieron al día siguiente, pero tampoco lograron que diera a luz.
“El día 4 me tocaba la 3ra y última pastilla de preinducción, ya el líquido lo tenía en cinco. La Dra. Maribel, que estaba de guardia ese día, me revisó y me dijo que al parecer el cuello del útero empezaba a madurar, que quizás pariría para el día 6”.
“Entonces se me reventó la fuente y empecé a soltar líquido, en eso entró la subdirectora Flora que ayudó a la doctora Maribel a empujarme la barriga hacia abajo. En medio de ese proceso la subdirectora le comentó a la doctora que lamentaba mucho que yo pariera en su guardia, porque mi marido era un insoportable”, detalló Isdelaide.
Al terminar de sacarle el líquido, la doctora Maribel le dijo que no hacía falta ponerle la tercera pastilla de preinducción, y aseguró que más tarde el cuello del útero comenzaría a transformarse.
“Me dijo que me acostara y así lo hice, después de eso ella no fue más a revisarme ni a ponerme un monitor ni nada. Pero cuando fui al baño a orinar vi que la íntima que tenía puesta estaba embarrada de la caca del bebé”, continuó en su relato.
“Me pusieron en una camilla y me llevaron al salón para finalmente hacerme una cesárea de urgencia. Pero fue demasiado tarde, mi hijito no sobrevivió, y murió a los 6 días de nacido porque se le llenaron los pulmones de meconio, que no es más que su caca”, dijo Isdelaide entre lágrimas.
La joven agregó que la historia clínica sobre su caso fue manipula por la subdirectora, que borró cualquier detalle que dejara ver el actuar negligente.
“La sorprendí quitándole hojas a la historia clínica y escribiendo otras nuevas. Cuando le pregunté, me dijo que ella hacía con la historia lo que le daba la gana. Lo denunciamos ante el director y nos dijo que no podía perder el tiempo con nosotros”, detalló Joan.
Asimismo, un profesional del ramo, quién no quiso ser identificado por miedo a perder su empleo, especificó que el meconio no es más que las primeras heces fecales de un recién nacido antes de haber ingerido leche materna.
“La aspiración del meconio puede producirse a través del líquido amniótico cuando el bebé está en el útero, durante el parto o al nacer. Los médicos en neonatología le llamamos Balam, que no es más que la broncoaspiración del líquido amniótico, por sufrimiento fetal”.
“La prolongada espera puede haber sido una de las causas de este lamentable suceso, partiendo de que el niño aspiró demasiado y se le llenaron los dos pulmones. Aunque, si no hay una patología que contraindique la espera, generalmente se espera para tratar que se produzca el parto de manera natural, si no sucede, entonces se induce. Ahora, si durante la inducción hace un meconio y no se percataron de que esto podía suceder ya eso es otra cosa, entonces sí hubo negligencia”, aseguró el especialista a Cubanet.
“Esto también puede suceder cuando él bebe está bajo estrés y el suministro de sangre y oxígeno disminuye. Pasa muchas veces por problemas en el cordón umbilical, que es lo que también pudo pasar en su caso, producto del fuerte trabajo de parto que se hizo sobre ella”, puntualizó.
Al respecto, directivos del hospital “Hijas de Galicia” se negaron a dar declaraciones, y me denunciaron ante la policía por la investigación, por lo cual terminé arrestado.