MIAMI, Estados Unidos. – La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU. permitirá desde este martes a los emprendedores del “sector privado independiente” que sean ciudadanos cubanos, se encuentren o no en la Isla, abrir, mantener y usar remotamente cuentas bancarias en el país norteño.
De acuerdo con el comunicado de la OFAC publicado este martes, en la medida se incluyen las cuentas creadas a través de plataformas de pago en línea.
La entidad también sustituyó el término “trabajador por cuenta propia” por el nuevo término “emprendedor del sector privado independiente” para incluir no solo a propietarios o empleados de negocios privados o empresas unipersonales sino también a cooperativas privadas o pequeñas empresas privadas que sean propiedad exclusiva de dichos individuos.
La OFAC precisó que el término está limitado a cooperativas privadas, pequeñas empresas privadas y empresas unipersonales ubicadas en Cuba con hasta 100 empleados.
Asimismo, la entidad recordó que las nuevas medidas excluían a los funcionarios y miembros prohibidos del Partido Comunista de Cuba (PCC) previamente sancionados para, supuestamente, asegurar que no se beneficien de las acciones de EE.UU. destinadas a apoyar a los emprendedores del sector privado independiente.
Por otro lado, la OFAC restableció una autorización para transacciones “U-turn”, que son transferencias de fondos que se originan y terminan fuera de EE.UU. donde ni el originador ni el beneficiario están sujetos a la jurisdicción del país. La autorización para estas transacciones había sido eliminada en septiembre de 2019.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro, la nueva medida está “destinada a ayudar al pueblo cubano, incluidos los emprendedores del sector privado independiente, facilitando remesas y pagos para transacciones en el sector privado cubano”.
Además de las medidas relacionadas con la apertura y uso de cuentas bancarias, la OFAC autorizó servicios que se incluyen en plataformas de redes sociales, como videoconferencias, juegos en línea y aprendizaje electrónico, traducción automática, mapas web y servicios de autenticación de usuarios.
Además, la entidad aclaró que las personas sujetas a la jurisdicción de EE.UU. pueden proporcionar servicios basados en la nube, como almacenamiento de datos remoto, servicio de transporte de datos, redes de distribución de contenido, máquinas virtuales, software como servicio e infraestructura como servicio, para apoyar servicios relacionados con el intercambio de comunicaciones en internet.
Asimismo, la OFAC amplió la autorización para servicios, incluidos aquellos de formación, para instalar, reparar o reemplazar artículos relacionados con la comunicación o el desarrollo de software que mejoren el flujo libre de información o que apoyen actividades del sector privado en Cuba. Asimismo, autorizó la exportación o reexportación de software y aplicaciones móviles de origen cubano desde EE.UU. a terceros países, lo que permitirá a los emprendedores independientes cubanos ofrecer su software y aplicaciones móviles en tiendas de aplicaciones globales.
Las críticas al anuncio no se tardaron, particularmente en redes sociales. En X, el congresista cubanoamericano Carlos Gimenez escribió que el presidente Joe Biden acababa de otorgarle “más concesiones al régimen asesino en Cuba”.
“La Administración Biden está perpetuando la dictadura castrista en el poder y ha dejado a los cubanos que luchamos por la libertad en total abandono. ¡Cómplices!”, opinó.
Las mipymes: ¿fachada del régimen?
Actualmente, las mipymes comparten un escenario económico de corte centralizado con la empresa estatal socialista (la principal para el Gobierno), las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia.
Por otro lado, las mipymes han introducido en el mercado nacional productos que escaseaban o que no existían en la Isla a precios denunciados como “exorbitantes” por una parte de la población.
Aunque están reconocidas como unidades económicas con personalidad jurídica con características propias, las mipymes no pueden constituirse en esferas como la salud, las telecomunicaciones, la energía, la defensa y los medios de comunicación.
Tras el auge de la aprobación de las mipymes en el país, activistas y periodistas independientes han denunciado que funcionarios del régimen e incluso represores se esconden tras las nuevas empresas, presentadas a la comunidad internacional como “sector privado” en la Isla.
Recientemente, CubaNet publicó un perfil sobre Julio Martínez Ramírez, exdirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el Partido Comunista de Cuba (PCC), actualmente socio de la mipyme Gran G S.R.L. Martínez Ramírez forma parte de la oleada de defensores del régimen cubano ―algunos incluso agentes de la Seguridad del Estado, militares o dirigentes partidistas― que han pasado a formar parte del nuevo sector privado en la Isla.
En ese sentido, también han sido denunciadas la mipyme Gaia Mercado, detrás de la cual se encuentra Lisa Titolo Castro, hija de Mariela Castro Espín y el fotógrafo italiano Paolo Titolo; Cubapack, una mipyme de GAESA que opera desde Miami; y Sil26, la distribuidora de Supermarket 23, que pertenece a Ángel David Fernández del Valle, nieto del fallecido general de División Sergio del Valle Jiménez.
No obstante, en una entrevista concedida la pasada semana a CNN en Español, una de las viceministras de Economía de Cuba, Johana Odriozola, defendió que en la Isla sí existía el sector privado, cuya autenticidad ha sido rebatida y desmontada por políticos estadounidenses y cubanoamericanos, activistas y medios de prensa.
De hecho, recientemente la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar expresó su preocupación por que muchos propietarios de las llamadas mipymes estén vinculados al régimen de la Isla. La congresista calificó al Gobierno de La Habana como “el Hamás del continente” y pidió a sus colegas del Congreso asegurarse “de enviar al Departamento de Estado el mensaje de que [abrir el sistema bancario estadounidense a las mipymes cubanas] no sería una buena idea porque violaría el embargo”.
En septiembre de 2023 trascendió que Washington podría suavizar las restricciones financieras hacia Cuba, las cuales favorecerían especialmente a las pequeñas empresas de la Isla, de acuerdo con un reporte de Bloomberg que cita a una fuente no identificada.En octubre pasado, el periódico Miami Herald publicó que las medidas prometidas a mediados de septiembre por la Administración Biden para apoyar a las mipymes cubanas no solo no se habían concretado, sino que se mantenían envueltas en la incertidumbre.
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