LA HABANA, Cuba.- En las esquinas del municipio Centro Habana los residuos urbanos se amontonan vertiginosamente. A diario decenas de quejas llegan a las oficinas de la Empresa Municipal Aurora, pero funcionarios y operadores alegan que esa entidad, que es la encargada de solucionar el problema, no dispone de recursos para enviar los camiones a recolectar la basura.

Según información facilitada por un funcionario de la empresa, bajo protección de anonimato, al saneamiento de Centro Habana en 2019 se destinó un módulo compuesto por cuatro de los camiones donados por Japón, un montacargas y una catolina. Tres años después esos equipos pasan la mayor parte del tiempo en los talleres, recibiendo mantenimiento o varados a la espera de piezas de repuesto.
“Queremos, pero no podemos. Durante todo agosto hemos tenido los camiones fuera de servicio por falta de neumáticos, baterías, luces y otras afectaciones. Logramos sacar uno y con eso vamos resolviendo, pero son remiendos que duran par de días y de nuevo a jalarse los pelos”, comentó la fuente.

De acuerdo a su reporte, Centro Habana genera cada jornada unos 3 mil metros cúbicos de desechos. De ellos, una parte son escombros cuya recogida depende del aporte de la catolina y el montacargas, pero a principios de año ambos equipos fueron enviados a reparar en los talleres de la Empresa Provincial de Comunales.

“Esta es la fecha y todavía no regresan, y eso se traduce en microvertederos, en basureros que van creciendo al pie de una vivienda, frente a una escuela o un consultorio médico. La gente también es muy imprudente, mi propia familia tira la basura en cualquier parte, en la calle, aunque exista un contenedor vacío”, dijo.
Durante algún tiempo los camiones pudieron cumplir con tres recorridos diarios, recuerda. Amén de los problemas técnicos de los equipos, debido a la crisis de combustible de los últimos meses la empresa sufrió una reducción drástica en la asignación de petróleo para las labores de higienización de Centro Habana.
Aníbal Verdecia Gil, operador de uno de los camiones, destacó que en lo que va de mes su tarjeta de combustible solo ha recibido 60 litros de petróleo. Dicha cantidad, destaca, resulta insuficiente para cubrir los recorridos de una semana de trabajo.

Hace varios días que Verdecia cumple sus jornadas laborales sentado en uno de los bancos del parque La Normal, frente a la Empresa Municipal Aurora. Lo acompañan el resto de operadores, quienes se mofan, entre lamentos y jaranas, de la pérdida de parte del salario por no tener contenido de trabajo.
“Barco varado no gana flete, mientras estemos sentados aquí nos pagan el sesenta por ciento del salario. Mira mi camión parqueado ahí, sin gomas traseras. ¿Es culpa mía? No, ni de ninguno de nosotros. Y no las puedo comprar en la calle porque son muy caras, por lo menos necesito 40 mil pesos”, señaló otro operador que se identificó como Arnaldo González Batista.
La proliferación de los basureros y las constantes lluvias de verano crean un hábitat ideal para la proliferación de vectores dañinos para la salud humana. En especial, a los vecinos del municipio preocupa la reproducción del mosquito transmisor del dengue, enfermedad tropical que por estos días campea en la capital.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.