LA HABANA, Cuba. – MIAMI, Estados Unidos. – Un policía murió y otros dos fueron heridos, víctimas de un ataque en la estación de policía de Calabazar, al Sur de La Habana.
El hecho, ocurrido en horas de la madrugada, fue perpetrado por Yusniel Tirado Aldama. El hombre, con juicio pendiente por robo, había sido multado con 3 000 pesos por no portar nasobuco, una de las medidas implantadas por el régimen cubano para evitar la propagación de la COVID-19.
Según fuentes cercanas al hecho, tras ser multado, Yusniel Tirado Aldama fue a su casa y sobre las 4 a.m. regresó a la unidad con un cuchillo. Allí encontró al oficial de la “carpeta” dormido y lo degolló.
Tras perpetrar el asesinato, el atacante le quitó la pistola e hirió de gravedad a los otros dos oficiales que se encontraban a esa hora en la unidad.
Un familiar de Tirado asegura que, en el momento de los hechos, este se hallaba bajo los efectos de las drogas.
Lía Hernández, vecina de la localidad, afirma que desde esa hora Calabazar se “llenó de policías, pinchos (altos oficiales del Ministerio del Interior) e incluso drones” para buscar a los asaltantes.
“Calabazar está siendo sumamente vigilada por la policía, hay patrullas por doquier”, declaró otro vecino. Incluso, los carros que transitaban por el lugar estaban siendo requisados.
En horas del mediodía de este viernes, varias personas resultaron detenidas.
Al enterarse de los hechos, la madre de Tirado, que ya presentaba un delicado cuadro de salud, sufrió un infarto y fue trasladada al oficial Hospital Nacional “Enrique Cabrera”.
De acuerdo a un nota publicada por el diario oficialista Granma este viernes en la tarde, cinco horas después del suceso, “fuerzas conjuntas del Ministerio del Interior y factores de la comunidad ubicaron y capturaron al autor del hecho y se le ocupó el arma sustraída”.
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