LA HABANA, Cuba.- Después del Equipo de Ensueño de las Series Nacionales de Béisbol, toca el turno al Dream Team de jugadores cubanos que han pasado por la MLB.
En aras de que la selección sea lo más justa posible, valgan algunos requisitos básicos. Y el primero de todos consiste en que el mínimo de temporadas cumplidas en la MLB deberá ser de 10, tal como se exige en las candidaturas para el Salón de la Fama.
Además, los bateadores tendrán que haber desempeñado la posición a lo largo de 500 o más juegos, y en el caso de los pitchers, requerirán 300 o más partidos en cada uno de los posibles roles (abridor y relevista).
Hechas estas aclaraciones, allá vamos.
Receptor: YASMANI GRANDAL
En una de las posiciones donde menos ha brillado en las Mayores el talento nacional, el ambidiestro de Güira de Melena saca clara ventaja sobre el venerable Miguel Ángel González y los cuasi olvidados Joe Azcue y Paul Casanova. Sus 185 bambinazos lo colocan octavo en el listado cubano de todas las épocas, con cinco campañas por encima de las veinte conexiones de vuelta completa. Dos presencias en el Juego de Estrellas premiaron una carrera matizada por la paciencia en home.
Primera base: RAFAEL PALMEIRO
En la historia del mejor béisbol del mundo, solo siete toleteros han podido combinar 500 jonrones y 3 mil indiscutibles: Hank Aaron, Alex Rodríguez, Willie Mays, Eddie Murray, Albert Pujols, Miguel Cabrera y este slugger cubano que ganó par de Bates de Plata, tres Guantes de Oro y es Top 20 en los departamentos de cuadrangulares y remolques. La inclusión de su nombre en el Informe Mitchell es un dedo que no alcanza a tapar el sol del formidable zurdo.
Segunda base: TONY TAYLOR
Cookie Rojas fue grande, pero el premio se lo lleva el niño mimado de Filadelfia. Aquel del que Milton Richman escribió: “Taylor es a los Filis lo que Ernie Banks a los Cachorros”. Vivió 19 temporadas en la pelota élite y en 13 de ellas disputó más de un centenar de desafíos. Voló en bases, pivoteó con virtuosismo y encima sopló 2007 imparables, una cifra que solo rebasan otros cuatro ligamayoristas cubanos.
Tercera base: TANY PÉREZ
Cierto: el ‘Big Dog’ de la Gran Maquinaria Roja jugó más la inicial, pero sus 760 juegos en la antesala bastan para otorgarle la almohadilla. Resumamos: fue clave en un equipo que asistió a cuatro Series Mundiales en siete años, y en su hoja de servicios destacan dos anillos, siete clásicos de mitad de curso, una docena de campañas por arriba de noventa carreras impulsadas, 23 campeonatos (líder entre cubanos) y una placa en Cooperstown. ¿Qué más se necesita?
Torpedero: BERT CAMPANERIS
Zoilo Versalles fue MVP y Leo Cárdenas sedujo a Cincinnati, pero ninguno se compara con el estafador de bases que devino figura de culto en los invencibles Atléticos de las tres coronas sucesivas. “Pueden hablar de Reggie Jackson, Catfish Hunter y Sal Bando, pero era ‘Campy’ quien hacía que todo sucediera”, dijo el dueño del equipo, Charlie Finley. Como plus, este dato: el ocho de septiembre de 1965, Campaneris se convirtió en el primer bigleaguer que ocupó todas las posiciones en un mismo desafío.
Jardinero: MINNIE MIÑOSO
El ‘Cometa Cubano’ bateó como le vino en ganas, se lució con el guante, corrió como un demonio, compareció a 13 Juegos de Estrellas, salió a los terrenos en ¡cinco décadas distintas! y, aunque tardíamente, se ganó la inclusión en el Hall de la Fama. A su muerte, Barack Obama dijo que “para los aficionados de los Medias Blancas y de todo el país, incluido yo, Minnie Miñoso es y siempre será Mister White Sox”. Mucho antes, una canción había aclarado que “cuando Miñoso batea de verdad, la bola baila hasta el cha-cha-chá”.
Jardinero: TONY OLIVA
Otro inmortal en Cooperstown. Le entró por los ojos a la MLB al debutar con lideratos para la Liga Americana en hits, dobles, anotadas y bateo. Insatisfecho con eso, fue champion bat dos veces más, y también repitió en imparables y tubeyes. Roberto González Echevarría recuerda que “bateaba con un estilo que recordaba a Stan Musial: enroscado, mirando al pitcher por sobre el hombro derecho y capaz de producir líneas durísimas hacia cualquier ángulo”. Su caso, definitivamente, es el de un hombre que nació para batear.
Jardinero: JOSÉ CANSECO
Ni siquiera su lengua, desatada hasta la vergüenza en un libro sombrío, puede acabar con la leyenda del fundador del Club 40-40. 462 cuadrangulares y 1407 empujadas dan fe de la calidad de un jugador que se dopó (como muchos) y obtuvo prácticamente todo (como pocos). Se le puede querer o detestar, pero nunca arrebatarle el Novato del Año, el MVP, los cuatro Bates de Plata, los seis All-Star Games y los dos galardones de Serie Mundial. Su apellido es sinónimo de poder y velocidad en una pieza.
Bateador Designado: KENDRYS MORALES
Darle el voto a José Abreu sería arbitrario, porque ‘Pito’ casi siempre jugó al campo. Y otorgárselo a Yordan Álvarez resultaría prematuro, toda vez que el tunero solo tiene 324 partidos bateando por el pitcher. Así que el gran ‘Mo Mo’ se alza con el crédito: lo avalan cinco cursos de +20 vuelacercas, dos de +30, una victoria memorable con los Reales, un Bate de Plata y el sexto puesto histórico de los jonroneros cubanos en la Scala de Milán de la pelota.
Abridor derecho: LUIS TIANT
La inevitable admiración por Adolfo Luque aprieta el pecho cuando otro lo desplaza, pero ocurre que ‘El Tiante’ hizo cosas como ganar 229 juegos y sentar una efectividad de 3.30 sin importar el dilatado período de trabajo en Fenway Park, un estadio generoso con los bateadores. No fue Cy Young. No se hizo con el anillo de los reyes. No le han abierto espacio en Cooperstown. Sin embargo, el béisbol lo recuerda como uno de los pitchers más dominantes de una época de fiebres ofensivas. Al marcharse él de Boston, Carl Yastrzemski dijo que a los Medias Rojas les habían arrancado el corazón y el alma.
Abridor zurdo: MIKE CUÉLLAR
Si José Fernández no hubiera fallecido a destiempo, a estas alturas habría otro Cy Young nacido en Cuba. Pero el destino determinó que Cuéllar siga siendo el único. Estrella indubitable desde fines de los sesentas hasta mediados de la década siguiente, el villareño armó una fabulosa terna abridora junto a Jim Palmer y Dave McNally, y Baltimore le debe 143 triunfos en apenas ocho cursos en sus filas. Cuando se busca al mejor lanzador zurdo que dio Latinoamérica, él está en la boleta junto a Johan Santana y Fernando Valenzuela.
Relevista: AROLDIS CHAPMAN
Dice Baseball Savant que de los mil envíos más duros jamás registrados, 583 llevan la firma del siniestro holguinero. Y que los ocho más rápidos también le pertenecen, incluido el de récord (105.8 mph). Para orgullo de Cuba, Chapman ha marcado una era en los radares, pero también en los bullpen, de los cuales salió más de 300 veces con el punto por salvado. Tiene un par de World Series, siete selecciones al Juego de Estrellas, un Premio Mariano Rivera… En 2023 salió campeón y con 36 años está a punto de estrenarse en Pittsburgh. Así sabe el buen vino.
