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LA HABANA, Cuba.- Mientras los cortos de Miguel Coyula sobre el poeta Rafael Alcides aún solo circulan por el “paquetito”; y Nadie se presenta en el MOMA. Mientras Santa y Andrés de Carlos Lechuga sigue dando vueltas por festivales y como un paria recibe no solo la marginación de las instituciones cubanas sino también de otras provenientes del enemigo histórico. Mientras evitan que se celebren puestas escénicas en la galería El Círculo; o intimidan a curadores extranjeros y cubanos que osen pasar por el Instituto de Artivismo Hanna Arendt. Mientras impiden la realización de eventos independientes que vindiquen a los escritores ubicados Fuera de Feria, entre otros atropellos, el documental Severo Secreto se proyecta en la sede del grupo de teatro El Ciervo Encantado.
Uno podría sentir que ya se ha depositado en Nelda Castillo una gran confianza como para permitirle poner en pantalla a voces como Manuel Díaz, Rolando Jiménez o Rafael Rojas; o que se hable del caso Padilla, de la UMAP y de todos los hechos que conforman ese período oscuro de los 70 cubanos.
Pero si se cae en cuenta que este documental formó parte de la Selección Oficial del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana de 2016, a lo mejor la noticia de esta proyección no resulta tan alarmante.
Con el trago y las flores preferidas de Sarduy ocupando las primeras líneas del tabloncillo, Nelda recordó su primer encuentro con la prosa de este escritor, luego de zapatear por varias casas de libreros la edición De dónde son los cantantes (1967). Aquel hallazgo, según ella, tuvo tal impacto que la condujo a realizar una versión dramatúrgica de la obra en 1999, llevada a escena por Mariela Brito, Ana Domínguez, Eduardo Martínez y Sara Susaeta.
Homenajeando el 81 aniversario del nacimiento de Sarduy, Nelda presenta el largometraje con la naturalidad de lo que para ella no es clandestino, con la desenvoltura que provoca lo familiar, aun cuando se puede estimar que solo unos pocos de los que están en la abarrotada sala tiene alguna idea de quién fue Severo y qué representa para las letras y la cultura cubanas.
De la autoría de los camagüeyanos Gustavo Pérez y Oneyda González, Severo Secreto revela una parte de lo que podría ser la figura de Sarduy.
Este exiliado de lengua neobarroca, que prefirió permanecer lejos a lo mejor, porque Cuba estaba como para no visitarla, aún no ha sido publicado y promovido en la isla con todas las luces que lleva. Evento que constituye uno de los múltiples errores que aún no ha sido rectificado por el gobierno y que permanece ahí, en secreto.