LA HABANA, Cuba.- “La paloma”, la habanera compuesta en Cuba en 1859 por el músico vasco Sebastián Iradier (1809-1865), es una de las canciones más conocidas en el mundo. Ha sido tan versionada o más que “Yesterday”, “A girl from Ipanema” o “My way”. Se calcula que existen unas 2.000 grabaciones de ella en más de cien idiomas. Ha sido interpretada, entre muchos otros, por María Callas, Luciano Pavarotti, Bing Crosby, Dean Martin, Elvis Presley, Plácido Domingo, Joan Baez, Julio Iglesias, Pérez Prado, Engelbert Humperdinck, Pedro Vargas, Nana Mouskuri, Mireille Mathieu y Andrea Bocelli.
Pero, contrario a lo que muchos creen, “La paloma” no fue la primera habanera ni la que originó ese género de ritmo lento y compás binario. A principios de la década de 1840, más de quince años antes de que Iradier viniera a Cuba y compusiera “La paloma”, ya se escuchaban y bailaban habaneras en el café La Lonja, de la calle O’Reilly, próximo a la Plaza de Armas. La que era más conocida y que se considera la primera habanera, de autor anónimo, se llamó “El amor en el baile”.
De la habanera se derivaría el tango. Si uno aguza el oído, en ambos géneros se siente el obsesivo golpe de bajo del tango congo bantú, que llegó al Río de la Plata (los actuales Uruguay y Argentina) con los esclavos africanos que, como los que traían a Cuba, procedían mayoritariamente del Congo y la costa del Golfo de Guinea.
Jorge Luis Borges afirmaba que “la habanera es la madre del tango” y Guillermo Cabrera Infante que “el tango no es más que una habanera con acento argentino”.
No fueron cubanos sino españoles y franceses los compositores que popularizaron las habaneras en el mundo. Los más destacados fueron, además de Iradier, el francés Georges Bizet, con la famosa habanera de la ópera “Carmen”, y su compatriota Maurice Ravel en la “Habanera para dos pianos”, incluida en su Rapsodia Española. También utilizaron habaneras en sus composiciones los españoles Isaac Albéniz y Manuel de Falla.
Las habaneras, siendo el primer género musical cubano que logró resonancia internacional, fueron más populares en Europa, y particularmente en España —donde aún se celebran varios festivales de habaneras— que en Cuba, donde cayeron en desuso en unas pocas décadas, siendo desplazadas por el danzón y el bolero.
Luego de las habaneras compuestas por Ignacio Cervantes y Gustavo Sánchez de Fuentes, se volvieron a escuchar vagos ecos de ese género en alguna que otra canción de Silvio Rodríguez, como “En el claro de la luna”.
En años más recientes, la cantautora Liuba María Hevia ha incursionado en el género, en sus discos Habaneras en el tiempo, de 1995, y Ángel y Habanera, de 2004.
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