LA HABANA, Cuba.- En 1898, en el oriente cubano devastado por la recién concluida Guerra Necesaria, abrió los ojos al mundo una niña prodigio. Su nombre: Dulce María Serret, orgullo de su natal Santiago de Cuba. Con solo nueve años fue recomendada por el eminente profesor camagüeyano José Marín Varona para ingresar al Conservatorio Nacional de Música de La Habana, fundado por el reconocido compositor y pianista holandés Hubert de Blanck.
Bajo la guía del maestro, Dulce María progresó enormemente. En 1913 los recitales públicos que ejecutaba con Ernesto Lecuona eran la delicia de la sociedad habanera. Dos años después la joven fue becada por el Ayuntamiento de La Habana para estudiar en el Real Conservatorio de Madrid.
En dicha institución obtuvo el Premio de Honor y una vez graduada, con solo 19 años, ofreció un concierto para la familia real. Su fama la precedió en una gran gira por España y Portugal, donde se presentó en las salas de concierto más importantes.
En 1920 ingresó a la Schola Cantorum de París, donde completó su formación con el estudio del Romanticismo, además de música antigua y moderna bajo la égida del profesor Édouard Risler. Durante su estancia en la capital francesa perteneció a la Maison de L’Amerique Latine y otras distinguidas sociedades latinoamericanas radicadas allí.
Fue una incansable promotora de la música cubana de concierto. Una vez de regreso a la Isla, en 1926, cargada de honores y éxitos, ofreció dos espléndidas presentaciones: una en el Teatro Nacional de La Habana, y la segunda en el Teatro Oriente de Santiago de Cuba junto a su hermano, el también pianista Antonio Serret.
Su llegada a Santiago estremeció al círculo de intelectuales y a los políticos del territorio, que tuvieron la iniciativa de fundar el Conservatorio de la ciudad, cuya dirección recayó en Dulce María. Su labor pedagógica lo convirtió en el segundo más importante en el país.
El gran maestro Harold Gramatges integró la primera graduación del Conservatorio y fue el alumno preferido de la extraordinaria pianista, quien murió en su ciudad natal el 30 de mayo, de 1989.