MADRID, España.- Domitila García Doménico de Coronado, primera cubana en ejercer el periodismo y la tipografía, nació el 7 de mayo de 1847 en la antigua villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey.
De su padre Rafael García heredó los dones; era periodista e impresor con ideas progresistas, en 1859 se trasladó con la familia para Manzanillo, compró una imprenta y publicó el periódico La Antorcha, entre cuyos editores estuvieron Carlos Manuel de Céspedes, y el ensayista, periodista, diplomático y animador cultural Rafael María Merchán.
En aquel periódico comprometido con la lucha por la independencia, muy joven Domitila empezó a redactar sus notas de prensa, mientras avanzaba en la composición tipográfica. En 1865 Rafael García trasladó el rotativo para Camagüey y allí circuló alrededor de un año.
Con la también camagüeyana, escritora y periodista Sofía Estévez, Domitila fundó en 1866 en Puerto Príncipe la revista El Céfiro, con lo que se convirtió en pionera femenina en crear una publicación periódica en Cuba. De corte literario y costumbrista, recreaba la vida social de la ciudad; recogía poesías, reseñas de espectáculos culturales e inquietudes patrióticas. Salió hasta noviembre de 1868.
Perseguido el padre por sus actividades políticas en contra del colonialismo español, se trasladaron a La Habana, donde Domitila publicó en 1868 (y se reeditó más tarde varias veces) la antología Álbum poético fotográfico de escritoras y poetisas cubanas, obra dedicada a su coterránea Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Domitila imprimió las primeras proclamas en las que Carlos Manuel de Céspedes conminaba a sus compatriotas a las luchas por la independencia. Constituyó la Academia de Tipógrafas y Encuadernadoras, única entonces en Cuba, y los semanarios El Eco de Cuba (1869); El Correo de las Damas (1875) y La Crónica Habanera (1895-1897). Con los seudónimos de Ángela y Jatibonico, sus escritos aparecieron en los más importantes periódicos de la época.
Luchadora por los derechos de la mujer, la educación y la cultura, fue Delegada de Honor al I Congreso Nacional de Mujeres, celebrado en la capital en 1923; figuró, además, como Socia de Mérito y Facultativa de Honor de la mayoría de las sociedades literarias y de recreo del país.
Domitila García, poco recordada actualmente en Cuba, falleció a la edad de 90 años, el 18 de septiembre de 1937. Dejó inéditos el libro Cubanas beneméritas y la novela Los enemigos íntimos.