MADRID, España.- Con apenas nueve años comenzó su carrera artística María Teresa Sánchez González, quien llegaría a ser una de las grandes actrices del cine cubano y mexicano de los años 50. Nacida en Pinar del Río, a esa edad debutó en el programa radial “Abuelita Cata” transmitido en CMOX.
Aunque su familia no estaba de acuerdo, la niña, inspirada en la actriz francesa Sara Bernhardt, decidió que se dedicaría a la actuación. En 1939, con solo 14 años, inició sus estudios de arte dramático en la Universidad de La Habana, bajo la rigurosa dirección de Ludwing Shayovich.
En 1942 sus padres le regalaron un viaje a México, país donde alcanzaría gran fama, además de su nombre artístico: Carmen Montejo.
Su éxito en el país azteca no se hizo esperar. Comenzó en la radio, siendo parte del elenco de la radionovela El diario de Susana Galván.
Con la película Resurrección incursionó en el cine en 1943, dirigida por Gilberto Martínez Solares. Posterior a ello el realizador Chano Ureta la llamó para un rodaje. Ureta, que enseguida reconoció que la actriz además de bella era muy talentosa, le dio el sobrenombre de Carmen Montejo. Montejo era el hotel donde se hospedaba la joven.
Su amplia carrera en México abarcó más de 70 películas, incluidos protagónicos en la época de oro del cine mexicano. Trabajó con reconocidas figuras como Pedro Infante, Blanca Estela Pavón, Delia Magaña, Wolf Ruvinskis, Katy Jurado, Miguel Inclán, Andrea Palma y Rosario Granados, entre otros.
Además de su carrera en la pantalla grande, tuvo un largo camino en el teatro. Su debut en el teatro mexicano ocurrió en 1946, con La Casa de Bernarda Alba. También protagonizó populares telenovelas como Cuna de Lobos (1986), Te sigo amando (1996) y Amor sin maquillaje (2007).
Durante muchos año Carmen Montejo intentó mantener su carrera y su vida entre México y Cuba, pero tras la llegada al poder de Fidel Castro perdió sus propiedades en la Isla, y se radicó en México definitivamente hasta su muerte, el 25 de febrero de 2013.