SAN JOSÉ, Costa Rica.- El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, dijo hoy que la crisis de migrantes africanos y cubanos que vive su país y Panamá, será uno de los temas que tratará en una reunión con el papa Francisco el próximo 27 de mayo.
“Inexorablemente lo será (tema de conversación con el papa). No creo que esto desaparezca rápidamente y su santidad ha manifestado reiteradamente que su corazón y oraciones están con los migrantes”, dijo Solís a los periodistas.
La reunión con el purpurado se enmarca dentro de una gira del presidente por Estados Unidos y Europa, que llevará a cabo entre el 19 y el 30 de mayo.
El gobernante recordó que recientemente el papa trasladó al Vaticano a doce migrantes sirios, lo que a su juicio es una prueba del compromiso de Francisco con el tema.
En la actualidad unos 500 migrantes africanos indocumentados se encuentran varados en el lado costarricense de la frontera con Panamá, a la espera de que las autoridades les permitan seguir su ruta migratoria hacia Estados Unidos.
Nicaragua mantiene cerrada su frontera a migrantes irregulares desde noviembre pasado, por lo que una oleada de 8.000 cubanos quedó varada en Costa Rica hasta que en marzo pasado lograron continuar su migración a Estados Unidos gracias a un operativo aéreo en el que participaron México, El Salvador y Guatemala.
Los 500 africanos serán trasladados a un centro de detención para migrantes, donde se les iniciarán procesos de deportación para los casos que corresponda, mientras las mujeres embarazados y niños serán ubicados en un centro de atención especializado.
Costa Rica no descarta una medida humanitaria para que los africanos puedan estar en el país, en caso de que no sea posible deportarles.
“Este es un tema complejo, estructural, que el Gobierno atiende con puntualidad y con calma. Los migrantes están siendo atendidos donde se encuentren y queremos movilizarlos rápidamente a los centros de detención y de atención”, declaró hoy Solís.
El mandatario dijo que hoy se reunió con la directora de la Unicef para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval, a quien el explicó la situación con el fin de contar con el apoyo de ese organismo para proteger a los niños migrantes.
Los africanos han agudizado la crisis migratoria que viven Panamá y Costa Rica desde noviembre pasado con los miles de cubanos que buscan llegar a Estados Unidos por temor a que ese país elimine los beneficios migratorios, sociales y de ciudadanía que les otorga la Ley de Ajuste Cubano.
En Panamá hay varados unos 3.500 migrantes cubanos, a quienes Costa Rica no les permite ingresar a su territorio porque considera que su capacidad para albergarles y brindarles asistencia quedó agotada con la atención de los 8.000 que estuvieron en el país entre noviembre y marzo pasado. ACAN-EFE