El calvario de los cubanos deportados al volver a la isla


ALQUÍZAR.- Como otros que se habían ido al extranjero, Yoandy Boza Canal se sentía un extraño en su pueblo natal: negocios que habían cerrado o vecinos que se habían ido, el sol calentaba demasiado, sus perspectivas eran demasiado sombrías.
Cuando se bajó del avión hace dos semanas en La Habana, recién llegado de Colombia, se echó a llorar, pero no de alegría.
“No podía creer que estaba aquí de regreso”, dijo Boza, de 23 años, quien abandonó Cuba el año pasado con la esperanza de llegar a Estados Unidos. “Si pudiera hacerlo otra vez, lo haría. Irme no fue lo duro. Lo que es duro es estar de regreso”.
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