LA HABANA, Cuba, mayo (173.203.82.38) – En los primeros días de mayo los medios dieron a conocer, casi al unísono, dos informaciones importantes de carácter nacional. Una, el aumento del turismo y lo complacidos que se sienten esos visitantes foráneos por la atención que reciben en la isla; y la otra, el regreso del café mezclado con chícharo a partir de este mes.
A la primera se le dedicó casi una página entera del diario Juventud Rebelde, y a la otra, seis cortos párrafos en el periódico Granma.
El aumento del turismo fue, durante 2010, de un 4,2 % en relación con el año anterior. Y por vez primera, dice la publicación, “fueron alcanzados los 2 millones 500 mil visitantes”.
En cuanto a la cuota mensual de 115 gramos de café per cápita (ahora se exceptúan a los niños menores de seis años), que se vende por la libreta de racionamiento, se mezclará nuevamente con chícharo porque la tonelada de café Robusta “se cotiza en la actualidad a 2 mil 904 dólares”. El precio aumentó, según el rotativo, en 69%. Además, la producción nacional del grano es baja.
Lo primero que salta a la vista en estos dos asuntos, es que a los turistas no se les va a vender café mezclado con chícharos, a pesar del aumento del precio de ese producto en el mercado internacional. Y lo segundo, y más importante, es que la balanza parece estar equilibrada.
Si todo es administrado por el Estado, ¿por qué no se toma el dinero obtenido con el aumento del turismo para pagar el aumento del precio del café y se le continúa vendiendo a la población al menos la ínfima cuota mensual de 115 gramos, que ni siquiera alcanza para darle gusto al paladar?
En Cuba nunca se sabe qué hace el Estado con los recursos del país, y los tiene todos bajo su custodia. Después nos dicen que la atención médica y la instrucción “son gratuitas”.
Pero las noticias negativas para la población en estos días han sido varias. Hubo una subida en el precio de los aceites comestibles que se comercializas en pesos convertibles, que aumentaron, el de soya, de 2,15 a 2,40 el litro, y el de girasol, de 2,40 a 2,60. Es importante recordar que el salario promedio en Cuba es inferior a 20 pesos convertibles mensuales.
El precio del papel higiénico aumentó también en cerca de un 15%. Esto último es contradictorio, porque como la gente va a consumir menos aceite y tomar menos café, quizás baje la demanda de papel sanitario.
Lo lamentable en extremo es que el pueblo cubano parece no percatarse de que merece algo mejor. El café mezclado deben beberlo los que han creado la ruina y el caos en que vivimos, que son los mismos que dispusieron esa medida.
En el momento en que descubramos que ser ciudadano de una nación es el mayor estadio que a nivel social pueda lograrse, y reclamemos nuestros derechos a nadie se le va a ocurrir vendernos café mezclado con chicharos, ni con ninguna otra cosa.