LA HABANA, Cuba, septiembre, 173.203.82.38 -El peligro está en todas partes… y al doblar de la esquina el fin… sería un buen exergo para el video del incendio de una gasolinera en Santiago de Cuba, que hoy recorre de manera subrepticia los DVD de las viviendas cubanas, sin dudas una alerta roja para advertir a la gente la complejidad de los tiempos que vivimos.
El suceso ocurrió hace unos días, en un céntrico lugar de la “ciudad héroe”, exactamente en la intersección de las avenidas Trocha y Carretera del Morro, cuando un camión colisionó un ramal de combustible, de una instalación suministradora perteneciente a la corporación CUPET, y el líquido comenzó a verterse y correr por la superficie.
Personas irresponsables que se encontraban en los alrededores comenzaron a llenar recipientes y almacenar gasolina, incidente filmado desde su inicio desde varios teléfonos celulares, y luego de la explosión continuaron captando escenas que compiten con una cinta de terror.
Dicen que la causa del siniestro fue una chispa de un motorista, que ya había logrado abastecerse y se marchaba del sitio, lo que provocó el incendio, que se expandió con rapidez abrasando a personas y vehículos. En el documental, que un informático santiaguero editó acopiando las diferentes tomas, se puede ver el peligro y el fin unidos de la mano, llevándose para el otro mundo a unos, y dejando mutilados para siempre a otros, que no olvidarán nunca la tragedia de las que fueron protagonistas.
Gritos de terror, brazos que se desmiembran, cabezas antorchas y cuerpos arrastrándose entre la candela, se suceden en el video de la gasolinera de Santiago emulando con Cujo, El muñeco diabólico o El resplandor. Una veintena de víctimas, contando muertos y heridos, fue el saldo del fatal accidente, captado gracias a la avanzada tecnología del siglo XXI, evidencia que la muerte aparece en el momento menos esperado y en cualquier sitio, y hasta puede grabarse y transmitirse en vivo, para perpetuar en la memoria colectiva los más horrendos detalles en el mismo momento en que se producen.
En estos tiempos, donde el desarrollo industrial, químico, electrónico, y hasta la arquitectura, pueden convertirse en un arma letal, y de las formas más disímiles, contra una persona o grupo, el desconocimiento de la ciencia, la pésima instrucción, la negligencia y la irresponsabilidad, sumados a la necesidad, la escasez y el contexto social adverso, son verdaderos caldos de cultivo para que el peligro y el fin protagonicen contingencias como la ocurrida en Trocha y Carretera del Morro, donde el dolor de las familias y el terror ciudadano son los principales espectadores, en estos cines abiertos que hoy constituyen las viviendas, las calles y los establecimientos públicos.