LA HABANA, Cuba, noviembre (173.203.82.38) – Cientos de personas le dieron vivas a la Caridad del Cobre y a Cuba cuando la Virgen entró el pasado lunes a las siete de la noche, tal y como estaba programado, en la localidad de Managua, en el municipio Arroyo Naranjo.
El 8 de agosto, desde su santuario en la ciudad de Santiago de Cuba, la Patrona de Cuba comenzó su recorrido por la isla, como parte de las celebraciones, en ocasión de cumplirse en 2012 los 400 años de su aparición.
De Managua, la imagen peregrina de la Virgen de los cubanos salió a las 8 y 30 de la mañana del día 22, para La Palma, en el mismo municipio, donde debía permanecer aproximadamente dos horas, para después, en horas de la tarde, ser trasladada hacia la localidad de Calabazar.
Los últimos tres días de su recorrido por la isla, 28, 29 y 30 de diciembre, la Caridad del Cobre estará en la Catedral de la Habana. El último día, según lo programado, habrá una misa en la Avenida del Puerto.
Como es de suponer, y lógico, donde quiera que la Virgen vaya se toman previamente medidas organizativas. En Managua, unas dos semanas antes de su llegada el sacerdote encargado de la iglesia San Isidro Labrador, el joven padre Eloy, hizo una primera reunión con integrantes de la comunidad cristiana para hablar del tema, y el miércoles 16 se realizó la segunda y última reunión para precisar los detalles.
En esa ocasión se asignaron las funciones que realizaría cada cual antes de la llegada de la virgen y durante su permanencia en el templo. Todo fue previsto; los que iban a cuidar las puertas, los que aceptarían las ofrendas a la Patrona y los integrantes de la comisión de disciplina.
En el encuentro el sacerdote informó que la urna de cristal donde se traslada la Caridad del Cobre era custodiada por agentes de la Seguridad del Estado.
Luego, por boca de una persona estrechamente vinculada a la iglesia, conocí que la lista con los nombres de los que participan directamente en ese tipo de actividad pública religiosa, tiene que ser enviada con anticipación a la Dirección Municipal del Partido Comunista. Recordemos el Comité Central de ese Partido tiene hasta un Departamento de Asuntos Religiosos.
Paradójicamente, cuando la Virgen decidió aparecer, hace casi cuatro siglos, no escogió para presentársele a ninguna autoridad gubernamental de la época, ni siquiera a un sacerdote. Se le presentó a tres humildes lugareños de los alrededores de la Bahía de Nipe. Y sus primeros custodios, durante bastante tiempo, también fueron personas humildes.
No creo que la Virgen haya podido imaginar que 399 años más tarde, la policía política del régimen que oprime a su pueblo, la misma gente encargada de la parte más brutal de la represión, iba a ser quien la custodiara. Y menos aun que un partido político ateo y materialista por definición, tendría la última palabra para decidir cuáles de sus hijos podrían acercarse a ella para recibirla.
No obstante, son muchos los cubanos que veneran a la Caridad del Cobre, y donde quiera que esté su imagen, sus devotos le pedirán. En esta ocasión, yo le pedí a la Virgen que en Cuba hubiera más sacerdotes y obispos como José Conrado y Pedro Meurice.