LA HABANA, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -¿Trámites sencillos y fáciles de realizar?. ¿En Cuba?. Para un traspaso de vehículo, ya sea por donación, compra-venta o herencia familiar, debe formalizarse una solicitud al Registro de Vehículos provincial y antes de los 15 días hábiles siguientes volver para recoger el certificado de la propiedad.
A continuación se debe ir a la notaria para oficializar la propiedad. Ir a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) de la localidad a recoger el modelo DJ05. Ir al Banco del municipio para hacer la transacción monetaria y el pago de los impuestos. Por último, inspeccionar el vehículo en el Registro Territorial del municipio de residencia.
Jerónimo compró un vehículo hace años. No podía ponerlo a su nombre, porque no era legal. “Pero ahora sí podre -se dijo-, gracias al nuevo Decreto 292”. Y a ello se encomendó…con el pié izquierdo.
Al llegar al Registro Territorial de Vehículos, en el municipio habanero de Diez de Octubre, aguardó por la recepcionista, una funcionaria policial vestida de civil, que no dejaba de dar vueltas por todos los departamentos del centro, y cuando no, hablaba por teléfono hasta por los codos.
Al rato la recepcionista tomó el documento de propiedad del vehículo de Jerónimo, recién emitido por una notaria, y se dedicó a hacerle tachaduras con un bolígrafo, con total indiferencia ante la protesta de su dueño.
Pasado este incidente, otra funcionaria lo llamó para comunicarle que de acuerdo con el sistema automatizado, él, Jerónimo, estaba muerto. Así que debía acudir de inmediato a la Dirección Municipal del Carné de Identidad para “aclarar su situación”.
Esperando en la referida oficina se enteraría de casos como el suyo y aún peores. Una señora protestaba porque era la octava vez que acudía a que le arreglaran su documento de identidad por errores gramaticales.
Al fin le llegó el turno a Jerónimo. Pero en lugar de entregarle un nuevo carné, le pusieron en las manos un fragmento de papel acuñado. Y ni siquiera pudo protestar, apremiado por un cabo del Ministerio del Interior, quien le exigía compostura.
Para rematar, cuando retornó a la Dirección Territorial iba a encontrarse con la desagradable sorpresa de que las funcionarias estaban apagando sus computadoras, a las 4 de la tarde, pese al cártel que regía el horario de atención al público, entre 8a.m. y 7p.m.
En trámites “sencillos y fáciles de realizar”, Jerónimo pagó un total de 14 sellos de a cinco pesos, más 75 pesos en efectivo, más el combustible consumido en viajes, más 100 pesos a cambio de un turno en la cola de la notaría, pues sólo atienden a los diez primeros en llegar.