CIUDAD DE MÉXICO, México.- El anuncio de una nueva línea de producción de almohadillas sanitarias ha llevado a las mujeres cubanas a ironizar si habrá que quitarles las alas para que no salgan volando.
Bajo la marca Angélica, Industria Arthis S.A. lanzará el producto para su comercialización en moneda nacional (CUP) y en moneda libremente convertible (MLC).
El aviso dado por el medio oficialista local Telecristal pretende ser un aliciente para las mujeres menstruantes en Cuba.
Según la nota, están comercializando almohadillas sin alas, en un formato de 36 unidades, en las cadenas de tiendas en CUP. Se espera, además, que para enero produzcan la versión con alas.
“Una vez estén en producción los dos formatos de las íntimas sanitarias, comenzará su venta en las dos monedas, CUP y MLC, correspondiendo con la demanda realizada por las diferentes entidades destinadas a la comercialización”, enfatizó el diario.
Acotaron que actualmente fabrican 20.000 paquetes diarios de almohadillas sanitarias, pañales rectangulares para niños y adultos y apósitos posparto.
Aunque aseguran que la venta en CUP se garantizará, la jefa de ventas de Industria Arthis S.A. apuntó que necesitan ingresar divisas para la compra de la materia prima. Por otra parte, buscan clientes para comercializar el producto en el exterior.
Prácticamente inexistentes de las farmacias, las cubanas cuestionan si estos artículos de primera necesidad llegarán a sus manos.
La noticia de la nueva línea generó un centenar de comentarios. Muchas foristas aseguran que las almohadillas solo existen a altos precios en las tiendas de MLC.
“Quítenle las alas, las últimas salieron volando y no se sabe para dónde o si regresan”, bromeó una sobre la ausencia del producto.
“Cuba es el único país donde las mujeres ven la menstruación 1 o 2 veces al año”, ironizó otra.
La crisis de las almohadillas sanitarias en Cuba sigue siendo objeto de denuncia en redes sociales.
Sin opciones y con un abastecimiento casi nulo en mercados estatales en CUP las cubanas recurren al mercado informal para adquirirlas a altos precios.
Otras, sin embargo, no tienen más que buscar alternativas y usar trapos y pañales para niños.