Miami, Florida, agosto, www.cubanet.org / Artistas y público homenajearon al mítico declamador Luis Carbonell a propósito de su cumpleaños 90 en un abarrotado teatro Mella de La Habana. El público de pie ovacionó al declamador cuando su voz resonó con cubanía, en su más famosa pieza: Esa negra fuló.
Pablo Milanés abrió el espectáculo cantándole al maestro de generaciones. Su labor como maestro, pianista, repertorista y arreglista ha sido imprescindible en la historia de cuartetos y otros grupos vocales, deudores de su impecable magisterio artístico, su dominio del gesto, su dicción, su musicalidad y su cubanísima picardía.
El escenario del teatro Mella se llenó de color con los cantantes Farah María, Coco Freeman, Emilia Morales, Marta Campos y la Schola Cantorum Coralina y los ballets de Tropicana y de la Televisión Cubana, entre otros.
Carbonell es, sin duda, la figura más reconocida de la declamación en Cuba. Ha escenificado la poesía negra de Guillén, Ballagas o Tallet. “He tenido la suerte de estrenar mucha de la mejor poesía cubana y española, inspirado por precursores del género, como el español José González María y Eusebia Cosme”, señaló.
Oriental de dicción impecable y hablar mesurado, Carbonell confesó que recitar poemas pasó de ser un hábito a un vicio incurable en su vida. “La poesía ha sido todo para mí, me alimenta, me hace crecer por dentro. Comencé por casualidad, en fiestecitas familiares, y me acostumbré a declamar, pronto fue un hábito y después ha sido un vicio”, aseguró.
Carbonell se impuso en los escenarios de América Latina por su manera única de decir, por sus gestos, por su ritmo, por su muy especial gestualidad. Pepe Biondi, integrante del famoso dúo cómico argentino Dick y Biondi, cuando lo vio actuar le dijo: “lo que usted hace no es recitar, es mucho más, cuando usted se expresa es como si dibujara con una acuarela”. Desde ahí todos lo llamaron “El acuarelista de la poesía antillana”.
- Redacción Cubanet