Wilmar Villar Mendoza se encontraba preso en la cárcel de Aguadores y había iniciado una huelga de hambre el 25 de noviembre de 2011, para exigir que se le revisara su causa.
El prisionero político había suspendido su protesta el 23 de diciembre tras llegar a un acuerdo con oficiales de la Seguridad del Estado, quienes le prometieron acceder a sus demandas, pero al considerar que había sido engañado por las autoridades del Ministerio del Interior, reinició la huelga de hambre el 29 de diciembre.
Maritza Pelegrino Cabrales, su esposa, hizo contacto con Radio Martí desde el hospital Saturnino Lora y señaló que él “tiene una neumonía y vomitó ayer un coágulo de sangre (…) está muy débil, con respiración artificial y está inconsciente”.