LA HABANA, Cuba, 9 de abril (Agencias, 173.203.82.38) – El presidente venezolano Hugo Chávez, quien dijo que esperaba un milagro para recuperarse e imploró por su vida, llegó el domingo a Cuba para someterse a una nueva etapa del tratamiento contra el cáncer que desde junio pasado recibe en la isla.
Según reportes de la agencia Associated Press, Chávez fue recibido en la madrugada el domingo por el gobernante cubano Raúl Castro en el aeropuerto José Martí de La Habana.
“Al regresar a Cuba en la madrugada de este domingo 8 de abril, el mandatario venezolano Hugo Chávez Frías, recibió la cálida bienvenida del General de Ejército Raúl Castro… con quien mantuvo un animado intercambio en el aeropuerto internacional José Martí”, reportó el diario Juventud Rebelde.
Curiosamente, ambos vestían exactamente igual la semana pasada, cuando Castro recibió a Chávez en la terminal aérea. Se pudo ver a los dos mandatarios conversando, pero no se escuchó lo que decían, indicó AP.
El mandatario venezolano volvió “a La Habana para continuar la batalla por la salud y por la vida”, de acuerdo con la nota publicada sin foto, en la portada del único diario nacional que circula el domingo en la isla.
Antes de viajar desde Venezuela, Chávez explicó en un mensaje transmitido a la nación por radio y televisión: “Tengo mucha fe en Cristo Nuestro Señor que va repetir el milagro para seguir viviendo, para derrotar esta enfermedad que aquí llegó por causas naturales”.
El Jueves Santo, tras regresar de la anterior fase de tratamiento con radiación en Cuba, Chávez asistió a una misa de acción de gracias por su salud en la que participaron sus más cercanos familiares, entre otras personalidades, en la que imploró a Dios por su vida.
“Dame vida aunque sea vida flameante, vida dolorosa, no me importa, dame tu corona Cristo, dámela, que yo sangro. Dame tu cruz, 100 cruces, que yo la llevo, pero dame vida porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo”, dijo un conmovido Chávez al culminar la misa de acción en su estado natal de Barinas.
El mandatario, de 57 años, admitió que estuvo a punto de romper en llanto en medio del acto litúrgico.
“No pude evitar unas lagrimas cuando sentí la mano amorosa de mi madre y al mismo tiempo la mano de mi padre. ¡Dios, hace cuantos años no sentía yo estas dos manos al mismo tiempo!”, agregó.
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