LA HABANA, Cuba.- Varias semanas después que se hablara de ellas en la Asamblea Nacional del Poder Popular, el semanario Trabajadores incluyó en su edición de 31 de agosto una separata dedicada a las empresas que reportaron pérdidas en el semestre.
Llama la atención que en los cincos artículos que aparecen sobre el tema, ninguno de los periodistas hace mención a lo abordado en la reunión de la Asamblea Nacional celebrada el 15 de julio, en la que los diputados discutieron, sin dar a conocer acuerdos, la insostenible situación de las de las empresas irrentables.
En los artículos de la separata del semanario Trabajadores sobre la irrentabilidad de las empresas estatales, no se refirieron a los planteamientos hechos por la titular de Finanzas y Precios, Lina Pedraza Rodríguez, al pleno de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Según la ministra Pedraza, 123 empresas que tenían planificadas utilidades, terminaron el año con pérdidas ascendentes a 33 160 000 de dólares.
De esas entidades, 41 pertenecen al Ministerio de la Agricultura y 5 al Grupo Empresarial AZCUBA; de las 74 restantes, la ministra no brindó ninguna información.
El semanario Trabajadores formalmente es el órgano oficial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), pero es dirigido por el Departamento Ideológico del Partido Comunista. Los integrantes del Secretariado Nacional de la máxima organización de los trabajadores cubanos se enteran de lo que se publica en Trabajadores los lunes, que es cuando circula.
Los análisis de los articulistas de la separata sobre las empresas irrentables dieron visión del gobierno y no de los sindicatos, que son una polea trasmisora del Partido Comunista y no la verdadera contrapartida de la administración.
Según el lineamiento económico 17: “Las empresas estatales que muestren sostenidamente pérdidas y no puedan honrar las obligaciones contraídas, serán sometidas a un proceso de liquidación o se podrán trasformar en otras formas de gestión no estatal”.
Sobre este asunto, el lineamiento 18 deja claro que “se eliminarán los subsidios por pérdidas a las empresas y no recibirán financiamientos presupuestarios”.
Pero esto no se cumplió. Sin que haya una razón que lo justifique, el Consejo de Ministro convivió con una situación que afectaba directamente la economía y después de transcurridos dos año de pérdidas continuadas, anunció que se extinguirán 24 empresas por “el deterioro continuado de su parámetros productivos”, pero no ha informado a que ramas pertenecen, cuál ha sido el destino de los miles de trabajadores que quedaron excedentes y cuál será el régimen de pago de los mismo, que como es natural, será menor que los 23,36 dólares mensuales de salario que gana la mayoría de los trabajadores de las empresas estatales.
La situación de las empresas irrentables en vez de mejorar lo que ha empeorado.
De acuerdo a una información brindada por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), al terminar el mes de junio, 72 empresas estaban en números rojos por las perdidas que reportaron en el semestre. 56 empresas han reportado pérdidas por más dos años consecutivos.
El asunto es realmente grave porque por la Ley del Presupuesto del Estado, los diputados en la Asamblea Nacional solo habían aprobado 6 empresas con pérdidas para el presente año.
Las empresas estatales irrentables lastran el crecimiento económico
Los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista y los Lineamiento Económicos que son la base en que se sustenta la llamada actualización del modelo económico, para el gobierno, son papel mojado. Por eso no se ha cumplido con el lineamiento 17.
¿Por qué el Consejo de Estado no ha hecho que las empresas extinguidas y las que reportan pérdidas de manera continuada se trasformen en Cooperativas No Agropecuarias, o sean puestas en licitación para convertirla en Asociaciones Económicas Internacionales o de capital totalmente extranjero, amparados en la Ley 118 de la Inversión Extranjera?
El gobierno cubano ha preferido que continúen derrochando el dinero público, sin aportar a la economía nacional ni a los bolsillos de los trabajadores, que en definitiva son los más afectados.
El sistema empresarial cubano pasa por su peor momento. Los hechos desmienten a los dirigentes del gobierno que afirman que “la respuesta positiva del sistema empresarial, con sus resultados productivos y de servicio, permitió que el Producto Interno Bruto (PIB) creciera en el semestre un 4,7%”.
El titular de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge afirmó que el crecimiento del PIB se logró porque el equilibrio financiero fue el adecuado. Al mismo tiempo, anunció que se disminuirá el déficit de las operaciones de cuentas corrientes en el presupuesto del Estado y el déficit fiscal será inferior al aprobado (se proyecta una reducción de 80 millones de dólares).
Todo indica que lo anunciado por el ministro Murillo no es verdaderamente una garantía de los cacareados cambios empresariales de los que se vanagloria.
Los problemas acumulados, en vez de disminuir este semestre, han aumentado, debido a los incumplimientos de la agricultura, la industria azucarera, la construcción, e incluso el turismo.
A pesar de haber cumplido holgadamente con la entrada de visitantes, no se han sentido los efectos en otros sectores de la economía cubana.
En este semestre, la recaudación de divisas estuvo por debajo de la del período precedente.
Las decenas de millones de dólares que han reportado 76 empresas por concepto de perdidas en el semestre, más las empresas que el gobierno se vio obligado a cerrar definitivamente, hacen el panorama económico nada halagüeño.
Es absurdo hablar de “la elevación del papel de la empresa estatal como figura central de la economía nacional”, cuando hay tanta cantidad de empresas que reportan una sostenida irrentabilidad.