HOLGUÍN, Cuba.- La actual crisis económica cubana afecta a la red de farmacias de esta zona nororiental de Cuba. Con la reducción en más de la mitad de la cuota de energía, muchos de los establecimientos en este momento no disponen del servicio eléctrico.
“Desde el 11 de agosto estamos a oscuras porque ya consumimos la cuota de electricidad que nos asignaron”, dice a CubaNet Angélica, una de las dependientes de El Dispensarial, farmacia situada en la calle Aguilera esquina Boulevard.
La farmacia está entre las de mayor consumo de energía en la provincia, al poseer tres laboratorios cada uno con aire acondicionado y equipos eléctricos especializados donde se preparan medicamentos de medicina natural y tradicional.
“Solo está funcionando un laboratorio y la compañera que trabaja en el mismo lo hace sin aire acondicionado e iluminándose con una vela. Son pésimas las condiciones en las que labora”, asegura.
Sobre las 7:00 de la noche, cuando oscurece, las dependientas, con la luz de una lámpara de batería recargable, buscan los medicamentos en los estantes; y, con la luz de una vela encendida sobre el mostrador, tramitan la receta médica y el cobro del medicamento.
“Así hemos logrado que la venta no pare, pero llega un momento que se consumen la vela y la carga de la batería de la lámpara y tenemos que detener el servicio porque todo queda tan oscuro que no nos vemos ni las manos.”
La lámpara recargable pertenece a la farmacia; sin embargo, las dependientas tienen que comprar las velas con su dinero.
“No seguiremos comprando más velas, cada una cuesta cinco pesos, ¿te imaginas cuanto gastaríamos en vela hasta que pongan la corriente en septiembre?”, pregunta. “Mantener la iluminación en la farmacia es responsabilidad de la administración, de la dirección de la empresa y del gobierno que son los dueños de las farmacias”.
Y agregó: “Trabajamos en pésimas condiciones. Al vender un producto con poca iluminación, corremos el riesgo de equivocarnos; pero el sindicato ni nos defiende, ni hace nada”, sentenció.
Ante la imposibilidad de seguir trabajando en la oscuridad, las dependientas deciden sentarse en los escalones de la puerta de entrada a la espera de las diez de la noche, horario en el que cierra la farmacia.
La falta de electricidad podría afectar la certificación del establecimiento para el cumplimiento de las buenas prácticas farmacéuticas, legitimación que estará a cargo del Centro para el Control Estatal de la Calidad de los Medicamentos (CECMED).
También perjudica a los usuarios, sobre todo aquellos que por el horario de su trabajo llegan después de las 6:00 de la tarde.
“Muchos se van disgustados, porque vienen de lejos pensando que la farmacia está abierta y lamentablemente tienen que regresar con las manos vacías”, comenta la fuente.
El cierre antes de tiempo de la farmacia limita la comercialización y afecta el salario de sus trabajadores, quienes ganan un porciento a partir de la venta. Esto estimula a que se incremente el desvío de medicamentos que después se vende en el mercado informal.
En el recorrido, CubaNet visitó la farmacia San José y la de Vista Alegre, ambas también a obscuras por el recorte de energía.
De los dos establecimientos, el de peor condiciones es el San José, ubicado en la céntrica calle Maceo esquina Arias. “Aquí no tenemos con qué alumbrarnos, la lámpara de batería recargable está rota y por eso hay que cerrar a las seis de la tarde”, aseguró Kirenia, una dependienta.
En la de Vista Alegre, en el reparto del mismo nombre, el servicio se ofrece hasta las nueve de la noche porque la carga de la batería de la lámpara dura solo cinco horas. Los últimos usuarios fueron atendidos con la luz de un teléfono celular.
“De 200 Watts de energía eléctrica para consumir, nos dejaron solo con 80”, confiesa Carmen, una trabajadora.
Aunque está establecido que las dos farmacias permanezcan abiertas las 24 horas, en este momento las instalaciones prestan el servicio a la mitad del tiempo fijado.
Sin embargo, la dependienta de la guardia nocturna está obligada a permanecer dentro del local completamente cerrado.
“Aquí me quedo encerrada a oscuras y con calor. No puedo abrir las ventanas porque hay muchos recursos y dinero bajo mi responsabilidad. Toda la noche y la madrugada me la paso en tensión, con el temor de ser asaltada.”, declara Elizabeth, dependienta de la farmacia Vista Alegre.
Confesó que algunos medicamentos que necesitan estar bajo refrigeración se han deteriorado.
“Hemos tenido que desecharlos porque han estado mucho tiempo expuestos al calor”, lamenta.
La caótica situación de las farmacias en Holguín se presenta en medio de la ejecución por la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas (FARMOX) de un proyecto de reparación a las entidades con el objetivo de renovar las condiciones de los locales y brindar mejores atenciones a los pacientes.
A inicios del mes de julio el gobierno anunció la aplicación de una serie de medidas económicas por un déficit energético, falta de liquidez, incumplimiento del plan previsto del Producto Interno Bruto e ineficiencias.
Aunque oficialmente se anunció que no habría apagones, un amplio sector de los trabajadores y la mayoría de la población sufre los rigores y la escasez que impone la actual crisis económica del país, a la que varios analistas han apuntado que desembocará en un segundo Periodo Especial.