Foto-reportaje de Ernesto García
LA HABANA, Cuba, marzo -El pasado 14 de marzo concurrieron al único mercado de abastos de productos agrícolas del país más de 165 camiones. Esta cifra, según funcionarios de la Cooperativa no Agropecuaria (CNoA) “El Trigal”, se alcanza solo como promedio los lunes y viernes de cada semana.
La mayoría de los productos que allí se venden son de segunda y tercera calidad, por lo que la bolsa comercial agrícola de La Habana es más propensa a mantener los precios lineales que a generar competitividad.
Al nuevo experimento comercial se le incorporó un cuerpo de inspectores, que tienen como función el control de los camiones para entrar al área de venta, verificar la declaración de los productos y la factura comercial; así como vigilar a los vendedores o dueños de mercancías, para que no vendan fuera del centro de abasto.
Oscar Martín, vendedor acreditado, expresó: “Aquí los mejores días son lunes y viernes, aunque se vende el resto de los días de la semana, excepto el sábado y domingo. Mientras esperas entrar al mercado no puedes vender nada. Hace unos días, a un amigo, por regalar un tallo de plátano, los inspectores le decomisaron la mercancía y el camión”.
Otro manifestó: “Tú traes los papeles de la finca, una foto de carné y 25 pesos (1 dólar), y la dirección del mercado te da el carné de concurrente-vendedor, y con eso tienes para entrar y vender todos los días”.
Por la gran afluencia de camiones, la CNoA que opera el mercado tomó la decisión de abrir las puertas los lunes y viernes desde las 8:30 de la mañana, hasta las 10 de la noche.
Al cabo de 10 de la mañana, más de 80 camiones mantenían bloqueada por una de las vías de la calzada de la circunvalación sur de la Habana, pues los concurrentes tienen que esperar a que se libere algún andén para entrar y ofertar sus productos, evitando tener que pagar alquileres por el uso de carretillas, paletas o cargadores.
Tal situación lo provoca la inoperante infraestructura de hormigón de la inmensa nave de acopio, construida hace más de 35 años, que subutiliza un espacio de cerca de 40 mil metros cuadrados y 10 líneas de estanterías sin beneficio alguno.
Mientras, tres cafeterías privadas, un vendedor de churros y una tienda recaudadora de divisa (TRD), son los únicos servicios a los más de 900 intermediarios.
Entre las 09:30 y las 12:00 horas del mediodía, no hubo baja de precios. Allí, cada vendedor, desde su tarima, pregona su producto e importe.
Linealmente pudimos relacionar los precios de la mayoría de los productos de la bolsa agrícola habanera (25 pesos CUP es equivalente a un dólar):
Plátanos y viandas: Plátano Burro verde a 0.50 pesos (CUP) la unidad; Plátano Macho verde y maduro 2,20 CUP la unidad; Malanga 5,20 el kilogramo (kg); Boniato 2.40 el kg.
Hortalizas: Quimbombó 8,72 el kg; Col 5 el kg; Habichuela 8 el kg; Zanahoria 14 el kg; Calabaza 2 el kg; Pepino 2.80 el kg; Cebolla 5 el kg; Tomate 8 el kg; Ají cachucha 22.4 el kg; Pimiento 4 el kg; Ajo desgranado 56 el kg; Ajo entero 2 pesos la unidad; Pepino 5 el kg.
Granos y cereales: Maíz tierno 1 peso la unidad; Frijoles negro 16 pesos el kg; Frijoles colorados 20 el kg; Frijoles blanco 22 el kg; Arroz 8 el kg; Harina maíz 6 el kg, Ajonjolí 28 el kg; Semilla Girasol 26 el kg.
Frutas: Papaya 3.60 el kg; Guayaba 6.22 el kg; Piña mediana de 14 el kg; Limón 12 el kg; Papaya verde 2 unidades el kg.
Estos precios son los determinantes del valor final de venta y se espera que no bajen, si se respeta la Ley del Mercado (oferta y demanda), aun cuando el régimen dictatorial trata de hacer ver que se reanima la producción agrícola en Cuba.